«Rara avis» o los cuartos de pequeñas maravillas de Laura Salguero en el CLA

“Rara Avis”, la primera exposición de la artista leonesa Laura Salguero en su ciudad natal, se inaugura este viernes 13 de mayo, a las ocho de la tarde, en el Centro Leonés de Arte (CLA).

Por ELOÍSA OTERO

«Rara avis». Ya desde el título esta exposición propone un recorrido por lo extraordinario, raro, insólito o poco habitual… en relación, eso sí, con las interioridades del género humano y con los «pequeños monstruos» que todos llevamos dentro, pero también con nuestro pensamiento mítico colectivo. La artista Laura Salguero trata de descifrar «lo irracional, la parte inconsciente, sentimental, oscura y subjetiva» del ser humano. Se plantea así «la utilidad del arte como reflexión» en torno a lo que somos, pero no desde la negatividad, sino partiendo de una «sensación de asombro y maravilla».

«Siempre me he preguntado para qué sirve el arte y por qué yo tenía necesidad de hacer esto, y creo que es algo que me viene de mis padres, ya que a mi madre siempre le han interesado la antropología y el mundo de las plantas, y a mi padre le encantan los fósiles y la búsqueda de tesoros…», explica la artista cuando faltan tres días para la inauguración y en las cuatro salas de la planta baja del CLA parece que solo falta ir ultimando algunas cosas. (Saly y Miguel, sus padres, cada uno en una sala —pintando una caja, colocando bombillas, probando la iluminación…—  la están ayudando con el delicado y limpísimo montaje de la exposición, cuidando con ella de cada detalle, absolutamente implicados en el proyecto).

"Carne levare". Exposición "Rara avis" de Laura Salguero en el CLA. Foto: Pedro G. de Lerna.
«Carne levare». Exposición «Rara avis» de Laura Salguero en el CLA. Foto: Pedro G. de Lerma.

«Hace un tiempo hice un trabajo sobre las raves, esas fiestas en las que se junta una comunidad para escuchar música y bailar hasta entrar en trance, y donde también se consumen distintas drogas, y fue así como empecé a estudiar qué es la fiesta, algo que desde los tiempos más remotos siempre va de la mano de lo sagrado», recuerda Laura. Surgió así la serie «Danzad, danzad malditos» (de la que no se muestra ninguna pieza en esta exposición), en la que se puede ver bailando a unos explícitos humanos con cabezas de gallo y de gallina, porque es en la fiesta (experiencia grupal, transgresora, terapéutica…) donde las pulsiones mas oscuras son sacadas a la luz, donde las pasiones se liberan de una forma más libre e inconsciente. La pieza «Carne levare» (que sí se puede ver en esta muestra) es otro ejemplo más de esta investigación.

Laura Salguero vincula su práctica artística al intento de indagar de forma creativa en los orígenes y en el poso de cuanto nos caracteriza como animales (no en vano somos grandes simios) y como personas. «Me gusta pensar que fue la imaginación lo que humanizó al hombre y no el trabajo. Y creo que la inspiración surge de lo más primario, cuando el inconsciente se libra de las reglas», apunta.

En ese sentido concibe su taller como un laboratorio en el que investigar y experimentar, con el objetivo de «descubrir y entender lo que no entendemos», y en el que materializar, a modo de Frankenstein, sus diminutas y fantásticas criaturas en las que se entremezclan lo mítico y lo salvaje con lo más misterioso, surrealista y creativo del pensamiento humano: la capacidad de imaginar. «Con el arte no ilustro, en mi trabajo hay azar, experimentación, búsqueda… como en la poesía», explica Salguero. Y como no en vano esta artista también practica la joyería (algo en lo que se metió después de haber realizado decenas de minúsculas esculturas), bien se puede decir que sus obras y sus criaturas son como pequeñas joyas, a veces tan pequeñas que hay que mirarlas con lupa para apreciar los detalles.

El resultado son estos preciosos «cuartos de maravillas» o «gabinetes de curiosidades» en los que la artista expone los resultados y hallazgos de sus experimentos en el laboratorio.

"Rara avis". Exposición de Laura Salguero en el CLA. Foto: E. Otero.
«Pasen y vean». Exposición «Rara avis» de Laura Salguero en el CLA. Foto: E. Otero.

«Rara avis»

Con esta muestra, su primera gran individual, Laura Salguero reivindica «un reencantamiento del mundo, una vuelta a la irracionalidad y a la animalidad perdida en una sociedad determinada por la estricta lógica de la razón». En la línea de anteriores trabajos, la artista construye «territorios» o «minimundos imaginarios», en ocasiones diminutos (como el pequeño circo de «Pasen y vean»), habitados por lo insólito o lo extraordinario «como un paréntesis donde la magia, la maravilla y lo sagrado se convierten en protagonistas».

Para Salguero —que se remite a un término acuñado por Hakim Bey— esta exposición es «una Zona Temporalmente Autonóma que desafía al imperante mundo racional, una utopía real donde triunfa Dioniso aunque sea durante dos meses» (los que la exposición permanecerá en el CLA).

"Rara avis". Exposición de Laura Salguero en el CLA. Foto: E. Otero.
Laura Salguero junto a sus cianotipias en la exposición «Rara avis». Foto: E. Otero.

Tras haber realizado varias exposiciones individuales entre 2012 y 2014, el proyecto que ahora presenta en su ciudad natal ha supuesto todo un reto para la artista, que lleva un año entero trabajando en esta exposición. «He generado un montón de obra a partir de series empezadas, que he ampliado, y también he creado obra nueva», advierte, mostrando por ejemplo su serie de cianotipias —basadas en una antigua forma de realizar copias fotográficas al ferroprusiato, de ahí su color azul, que en el siglo XIX fue utilizada por la botánica británica Anna Atkins para documentar distintas plantas—, en las que registra pequeñas criaturas inventadas en una fascinante colección de delicadas maravillas.

Sin embargo, a través de sus extrañas criaturas híbridas y antropomorfas, la artista también intenta comunicar las «sensaciones, caricias, olores que de alguna forma se esconden en los intersticios de nuestro ser». Porque como dijo el genetista y matemático J. B. S. Haldane: «El mundo no perecerá por falta de maravillas, sino por la incapacidad de maravillarse…».

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Sala 1: Un antiguo museo de Ciencias Naturales

Salguero ha creado un recorrido por las cuatro salas de la exposición y las cianotipias se encuentran en la primera sala, donde ha buscado recrear lo que podría ser un museo de ciencias naturales de finales del siglo XIX o principios del XX.

Para ello, además de mostrar sus propias obras, ha pedido prestadas algunas piezas al Museo de Ciencias Naturales que tienen los Padres Dominicos en La Virgen del Camino (León), cuyo fundador, el Padre Arintero, curiosamente es un antepasados («tiorretatarabuelo») de Laura Salguero.

Los pequeños animales disecados —unos pájaros, un topillo, un lagarto…— del museo de los Dominicos entran en diálogo con las fantásticas piezas creadas por la artista de manera absolutamente natural, hasta el punto en que alguno de ellos —como el «lagarto guitarrista»— bien podría ser una de las obras de Salguero.

"Rara avis". Exposición de Laura Salguero en el CLA. Foto: E. Otero.
«Lagarto guitarrista» del museo de los Dominicos en la exposición «Rara avis» de Laura Salguero en el CLA. Foto: E. Otero.

En esta sala se puede contemplar la serie «Chupópteros», que bien semeja una colección de lepidópteros, aunque si uno se acerca a mirar más de cerca comprobará cómo la artista es capaz de conjugar lo real y lo imaginario para dar forma, entre las alas de las mariposas, a pequeñas criaturas con mutaciones, deformidades o extravagancias, sorprendentemente atractivas e inquietantes.

Como ha escrito Noemí Méndez, las criaturas de Salguero «representan hombres/mujeres que suelen ocultar su identidad real por medio de su dramático monstruo interno, cabezas de lobo, figuras con doble cabeza, cabezas geométricas, de gallina… mujeres con tentáculos en las piernas o que ocultan sus genitales…».

«Chupópteros son, también, aquellas personas que viven sin trabajar, a costa de otros, y en ese sentido son una especie extraña, de fácil adaptabilidad, y que no se encuentra en peligro de extinción, porque casi no encuentra depredadores», comenta la artista con ironía.

La sala está presidida por un gran póster en el que aparecen pájaros con alguna anomalía, pintados con acuarela, como un recurso museístico más. Pero, con curiosidad científica —como si fuera alquimista, entomóloga, taxidermista, antropóloga, psicóloga, cirujana y estudiosa de las cosas mínimas—. Laura Salguero logra introducir poco a poco al espectador en los misterios de la «teratología» —ciencia que estudia los monstruos y las criaturas con anomalías—… Y así pasamos a la siguiente sala.

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Sala 2: «Lo exótico y lo cotidiano»

«Lo exótico solo existe si existe lo cotidiano», apunta Salguero, quien ha instalado un pequeño saloncito en una esquina de la segunda sala de la exposición, con una mesa y un sillón en el que repanchigarse. Sin embargo en esta sala el espectador deberá adoptar posturas de explorador —rodear un obstáculo, agacharse, subir unos escalones, observar de cerca un cuadro colgado a la altura de las piernas…— para descubrir lo que no se aprecia a primera vista.

Además de la serie «Amundsen» —en homenaje al explorador noruego de las regiones polares— en la que la artista retrata a sus amigos como exploradores, junto a otras imágenes que recrean grabados botánicos del siglo XIX, en esta sala también se puede ver la deliciosa y divertida serie «Terra ignota», con sus personajes con cabeza de limón realizados en bronce que remiten a una tribu extraña y con un punto festivo. Una serie que cuestiona la mirada del antropólogo occidental cuando se topa con una naturaleza exacerbada y extraña.

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Sala 3: De la luz a la sombra

Antes de entrar en la tercera sala, en el pasillo, la pequeña instalación «Carne levare» («abandonar la carne») remite, como su nombre latino indica, al carnaval. Los diminutos personajes de esta pieza —auténticas miniaturas vestidas con pieles de animales que bailan entre huesos rotos— están inspirados en el carnaval de Llamas de la Rivera. «Hacer una miniatura es reducir algo muy complejo para poder abarcarlo», advierte Laura Salguero antes de pasar a la sala tres, presidida por un carromato de madera, de esos con los que viajaban antaño los vendedores ambulantes o los nómadas que iban montando su show de pueblo en pueblo, de feria en feria. (Un carromato que, por cierto, ha sido realizado en su mayoría por Diego «Dogo» y José Salguero).

En esta ocasión se trata de un carromato de dentista, con sus muelas de metal y sus exagerados colmillos en las vitrinas (ojo a la preciosa vidriera con una muela de oro —obra de Rosa García Morán, «Vitropía»— y a la caja con el instrumental de trabajo). Forma parte del proyecto «Teratodoncia», el cual parte «de la creencia de que nuestra animalidad instintiva subyace bajo varias capas de razón, en la infra-dermis, convirtiendo a la piel en una máscara que oculta nuestro ser ancestral», señala la artista. No obstante, «como es en los dientes y colmillos donde se refleja nuestro lado salvaje con mayor intensidad», lo que se propone es realizar una especie de ortodoncia «para sacar a la luz nuestra animalidad».

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Sala 4: «Déjà vu»

Sí, esto ya lo has visto antes, hay aquí una amnesia del reconocimiento, pero también un juego de claroscuros entre la realidad y la ficción. Tres pequeños monstruos colocados sobre tres peanas proyectan su sombra sobre la pared, y ahí sí que parecen enormes.

La pieza se titula «Déjà vu» y los monstruos están hechos a partir de cráneos reales de animales, pequeños gatos o alimañas, encontrados por el campo. La artista ha modelado cada cuerpo por separado, y lo ha unido al cráneo. Ha creado tres piezas únicas, pequeños engendros forrados de terciopelo, cada uno de un color (rosa, negro, azul), que podrían despertar atracción y repulsión al mismo tiempo, como todos los monstruos, aunque estos no son ni desagradables ni tampoco naifs, como observa la propia Salguero. «Es en el límite donde sucede lo interesante», afirma la artista. A través de las sombras y de la teatralidad entramos en el juego del miedo, en el juego de ficción y realidad que nos remueve como humanos…

"Rara avis". Exposición de Laura Salguero en el CLA. Foto: E. Otero.
«Rara avis». Exposición de Laura Salguero en el CLA. Foto: E. Otero.

: : Sobre la artista

Laura Salguero nació en León en 1987 y se formó primero en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca y más tarde en  la de Valencia, donde se licenció y, posteriormente, estudió además joyería y producción artística. Valencia es también la ciudad donde reside desde hace años. Ha participado en una docena de exposiciones colectivas y «Rara avis» es su tercera individual, pero también la más ambiciosa que ha realizado hasta el momento.

Desde hace unos años su trabajo se desarrolla entre la observación y la disección del ser humano, estudiando, cual entomólogo, el origen mismo de las pasiones y comportamientos más primarios e irracionales, la cara oculta de nuestro pensamiento, donde el individuo deja a un lado la convención para entregarse a la pasión y al furor preternatural.

Como resume Marta Álvarez, «la obra de Laura Salguero es el resultado de una investigación antropológica en la que la artista indaga los límites entre lo humano y lo no humano, lo racional y lo irracional, lo natural y lo antinatural. Para ello, se retrotrae a imaginarios en los que dichas dicotomías fueron trazadas y los actualiza».

Hará un poco más de dos años que Laura Salguero se convirtió en «la primera artista joven» de la galería vallisoletana La Gran que dirige Pedro Gallego de Lerma, pasando a formar parte de su pujante catálogo de artistas contemporáneos —en el que figuran Marina Núñez, Enrique Marty, Paloma Pájaro, Elisa TerrobaIgnacio Pérez-JofreGuillermo Peñalver o Luis Pérez Calvo, entre otros—.

Así explica el editor y galerista Pedro Gallego de Lerma cómo se interesó por esta artista leonesa: «Hace unos años asistí a una exposición en Madrid donde Laura Salguero mostraba ese pequeño circo que es ‘Pasen y vean’, y me gustó muchísimo. Me dijeron que era de León y contacté con ella. A partir de ahí decidimos desarrollar desde La Gran su primera exposición individual, titulada «Mirabilia», que se pudo ver en 2014 en La Atómica (Valladolid), comisariada por Marta Álvarez«.

"Rara avis". Exposición de Laura Salguero en el CLA.
«Rara avis». Exposición de Laura Salguero en el CLA.

2 Comments

  1. Misterio y curiosidad, quizás morbo, de saber hasta dónde ir, hasta cuánto hacer, hasta qué hacer, hasta quién ser. Gracias Laura para despertarnos

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