Encabezados por el activista social y cultural leonés Ramiro Pinto Cañón, un grupo de escritores y lectores leoneses inició a principios de agosto una peculiar acción performativa para «reivindicar el libro en papel», consistente en colgar libros de las ramas de los árboles (¿para que cualquiera pueda cogerlos, llevárselos o cambiarlos por otros?). «Para «tomar conciencia del valor del libro», resume Pinto. La idea, que en pocos días ha calado en León y aledaños, ya ha empezado a extenderse por otros lugares del mundo, desde donde empiezan a llegar fotografías protagonizadas por libros rampantes…