Por TOÑO MORALA
Desde niño había trabajado como un verdadero animal; hace un par de años, y después de llevar treinta en la empresa, le despidieron sin más… ahora a sus cincuenta y tantos es imposible encontrar trabajo. El hombre tenía una espina clavada en el corazón y en el cerebro… ir al Caribe. Nunca pudo ser; por unas cosas o por otras no había sido posible. Llevaba tiempo rumiando una idea descabellada… harto y desilusionado con todo, se tiró la manta a la cabeza y se dijo… —¡pues yo voy al Caribe…! Fue al pueblo en busca de dos lámparas de aquellas que daban calor a los pollos cuando eran pequeños… de vuelta paró en una tienda de chinos y se compró un póster gigante de una playa del Caribe… paró en la gasolinera y adquirió un CD de música caribeña. Al llegar a casa, pegó el póster delante del armario, enchufó las lámparas… se puso la tanga, se embadurno todo el cuerpo de Body Milk, pues no había crema solar… se calzó unas gafas de sol, y se tumbó en una vieja tumbona… la música hizo el resto.
Al cabo de una hora más o menos, llegó su mujer que trabajaba en la economía sumergida de limpiadora. Cuando abrió la puerta de la habitación, casi le da un infarto… el cuadro era horrible; su marido tumbado tomando el sol de lámpara de pollos… las escurriduras de la Body Milk eran patéticas… la tanga de guepardo y fondo color pistacho se había agrandado con la inclusión de un calcetín enrollado en sus partes… para tener más paquete… la música era horrible… y el póster, además, era en blanco y negro…
Le apagó la música y le dijo entre risas… —¡Vuelve del Caribe y vete a comprar macarrones y tomate al DIA, que si no vamos a cenar la tanga al ajillo…!
Sacó el calcetín de la tanga y lo tiró con furia contra el póster… suspiró un par de veces y dijo… ¡ya voy mujer…ya voy…!
Muy bueno,Toño. Un día de éstos me compro un poster del Caribe y un tanga….abrazos.
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Eres mundial, un relato precioso y con humor. Un saludo: Alejandro Alvarez
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