Por LUIS GRAU LOBO.— «Son muy jóvenes, y da coraje verlos arrojarse tan rápido a un mundo que sabemos mezquino y taimado, pues ellos no lo son. Ojalá este examen sirva para que comprendan que las pruebas auténticas no se superan en un aula con el tic-tac del reloj sobre sus cabezas y dos opciones, A o B. Ojalá».