La Fundación Merayo arranca su undécima temporada con “Arte en el Camino”

Obra de Roberto Díez.

La Fundación Merayo (Santibáñez del Porma) abre sus puertas a una nueva temporada con la exposición colectiva de artes plásticas y visuales “Arte en el Camino”. Será este viernes 14 de junio a las 20:00 horas y permanecerá abierta hasta el 31 de octubre. Como en anteriores ediciones se podrá disfrutar de un amplio programa de actividades: conferencias, encuentros literarios y recitales de poesía y música.,

En la muestra, distribuida por el patio y espacios exteriores de la Fundación, tiene un gran protagonismo la escultura, representada por obras de una veintena de artistas leoneses con técnicas, estilos, géneros y temas muy diferentes. Antolín Álvarez Chamorro, se sitúa dentro de la tradición clasicista en sus aspectos formales y temáticos; Carlos Cuenllas en las corrientes de la escultura contemporánea: construcción sintética, materiales aleatorios, mutación de los temas tradicionales, espacialidad en los emplazamientos; Mariano Gutiérrez propone un conjunto de obras que giran en torno al individuo con sus experiencias vitales alienantes y la lucha por su superación. Cosme Paredes, deudor en su configuración plástica de los sistemas de estructura geométrica, ofrece el realismo desbordante de su animalario. Pope de Paz sus esculturas abstractas que basculan entre el lirismo y el expresionismo al que contribuye el material. También se exhiben en este bloque las obras de Jesús Pombo de los Arcos y Javier Robles resueltas en ambos casos dentro de la figuración, con lenguajes y estéticas diferentes; y la obra de Juanjo Feral, que fiel a sí mismo, lanza una figura metálica que es puro dibujo en el aire. 

Por otra parte Elena Campos utiliza el arte textil para encontrar un modo personal de expresarse artísticamente, haciendo que materiales tradicionalmente de otros ámbitos le permitan dialogar con la escultura, como la obra que expone. Del techo de la capilla pende la Santa Teresa que Nicolás Coderch realizó en malla metálica. Todo un símbolo de espiritualidad.

Instalación, fotografía y artes plásticas

Cristina Ibañez muestra la instalación “Postigo”, formada por varias piezas: puerta de madera recuperada e intervenida con pirograbado y piedras de jardín. Y Pilar Fornes presenta “Egeria”, interpretación del viaje de esta mujer que en la Alta Edad Media viajó desde el Bierzo a Jerusalén relatando sus percepciones.

El apartado de fotografía y artes plásticas es mucho más amplio: Fernando Tuñón expone la serie “Agua”. El agua, su curso -el discurrir- y discurso -su esencia-, metáforas de la vida, protagonizan los paisajes acuáticos en los que retrata la calma y la tensión de sus superficies o el estruendo de la caída libre. En las fotografías realizadas con la cámara muy próxima, la sensación líquida se trasforma en masas compactas y misteriosas potenciadas por la elección del blanco y negro.

La serie  “Personas” de Luis Canal es un trabajo que insiste en el individuo, en el mundo que hay detrás de cada rostro, de cada mirada, de cada expresión corporal. Ha fotografiado a personas de diferentes países de Europa buscado complicidad aun con la espontaneidad en el disparo. El ser humano es el centro de la fotografía de Luis Canal del que es un verdadero especialista. La fotografía de Clara Blanco presenta una “Feria de Abril” inusual, fuera de los tópicos, retratándola en blanco y negro y escogiendo momentos y  situaciones  singulares.

Elena Montaña parte de un uso exquisito y sensible de los materiales para conformar sus acuarelas y delicados collages, realizados con fibras naturales y papel artesanal. Obras sin referencias figurativas, a pesar de que cierta disposición de sus elementos conlleva sugerencias paisajísticas, que junto a los tonos neutros y la tendencia al monocromatismo induce a pensar en lo oriental. Dos obras de abstracción expresionista y la introducción de objetos aleatorios ponderan esta muestra.

Fiona Morrison se expresa en diferentes medios: pintura, instalación, fotografía, vídeo… “For You” es el nombre de la presente muestra, dedicada a la figura de su padre, el pintor inglés John Morrison. En ella la nostalgia es el punto de partida para construir collages en los que convocar la memoria del hogar mediante las líneas infantiles y arquetípicas de una casa, dibujada sobre cromatismos dulces y suaves. La alusión se afianza con la presencia de cuerpos celestes, “estrellas”,  en formas plásticas metafóricas que brillan sobre idealizados campos azules.

Roberto Díez cuelga “Off-sett”, una serie de diez collages en la que el papel fragmentado coloniza el espacio mediante un proceso creativo que conlleva las acciones de destruir/construir, en consecuencia, generar una nueva realidad. Son obras que, en su conjunto, se adecúan formal y conceptualmente a territorios procedentes de las vanguardias históricas y otros surgidos en las décadas de los cincuenta y los sesenta, bien asimilados por el artista, entre ellos los cromatismos planos del off-set o los campos semánticos que introducen los recortes de prensa y las letras aleatorias.

De Ángela Merayo se exhibe la serie “La Albera/Mediterrànea” en la que con símbolos geométricos y materiales pétreos se evocan diferentes culturas y pueblos que han poblado el Mediterráneo: fenicios, íberos, griegos, romanos etc., y que han transformado el paisaje y la cultura. Persiste en estas pinturas la relación con la naturaleza que la artista ha mostrado habitualmente en sus trabajos y se permite la utilización de un cromatismo especial, alegórico y bello con el que  enfatizar el rojo de los atardeceres mediterráneos y los abisales y amargos azules de sus profundidades.

 “Per Viam”, de Ángel Cantero, es una muestra de pintura en estado puro. Se expone en la capilla, convirtiéndola en un espacio/paisaje mágico que proporcionará a quien lo visite una experiencia analógicamente inmersiva en un mundo místico medieval. En sus imágenes conviven símbolos y ciencia: aparece la serie Fibonacci, en el lugar preeminente del retablo, cual predela, mientras en la pared contraria sitúa los cuatro estados de la materia: aire, agua, tierra y fuego, que se reflejan en el mundo interior del hombre. Y como una constante la idea de azar, lo imprevisto y mistérico: dados, cartas, laberinto… y la luz bañando todo el conjunto.

La exposición permanecerá abierta hasta el 31 de octubre.

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