YACIJA (Junio 24) / PUNK’S NOT DEAD

YACIJA
Por PEPE POSSE & VÍCTOR M. DÍEZ

La voz «yacija»  hace referencia al catre pobre, a la cama del animal, incluso al sepulcro. Y este es el título elegido por el fotógrafo ferrolano Pepe Posse y el poeta leonés Víctor M. Díez para ‘jugar’ una vez al mes, en TAM-TAM PRESS, al viejo juego de ‘tu pones foto y yo le doy fuego de palabras’. Seguimos…

(YACIJA 6 / junio 2024) © Fotografía: Pepe Posse.

PUNK’S  NOT  DEAD

Mi nieta dice que soy muy pun. No sé qué quiere decir. Que soy una lenguaraz, dice mi nieta, será eso. Y yo me imagino que ahora digo las cosas así: ¡pun! Que dices las cosas sin pensar, abuela, me dice. Y no, no. Lo que pasa es que yo ya tengo las cosas muy pensaditas. Tantos años, imagínese. Antes las pensaba y no las decía. Por el qué dirán, ¿no entiende? Pero hay un momento en que no decir por el qué dirán, es como no comer por haber comido. Es como el ganchillo, amarras la cosa y vas y la sueltas. A estas alturas no es para quedárselo dentro, que una ya parió cuatro veces. Y total qué digo yo que no sea puritita verdad. Que eso ahora no se puede decir, repite la nieta. Y como yo le digo: antes no, ahora no y cuando me muera menos. Amos, amos, que a mí ya no me importa. Se me escapa, como el pis a veces.  Siente una cada cosa por el mundo adelante. Ellos no han mejorado mucho y ellas no acaban de aprender, como yo digo. Yo aquí a la ventana, que les veo sin mirar. Que cuando me muera me quemen y así voy que ahúmo, le digo. Ay, abuela qué bruta eres. Dice que le gusta hablar conmigo, pero luego me riñe por cada dos palabras que digo.  Como cuando nos encontramos a Ramonín que venía con la familia del cementerio, que había muerto la Rosa y me acerqué a darle el pésame. Hablamos de las cosas de antes y le solté lo de: Ay Ramonín, Ramonín, ¿te acuerdas de cómo te gustaba chuparme las tetas? Vaya tremolina que se armó. ¡Abuela!, me dijo mi nieta echándose las manos a la cabeza. Y las hijas venga a santiguarse, que no las he visto yo nunca en misa. ¡Bah!, menos mal que el bueno de Ramonín se reía y asentía con la cabeza… sí, sí, sí, decía. Y qué iba a decir si era la puritita verdad. Qué vergüenza me hizo pasar la chavala esta; ya se lo he dicho a su madre que no vuelvo a salir con ella. Tú, siempre igual, madre, me espetó la otra. Pues nada, yo a mi ganchillo.

Víctor M. Díez

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