
El músico y multi-instrumentista leonés Rodrigo Martínez estará acompañado por Jaime Blanco al violín y por Víctor M. Díez con quien pondrá en escena piezas musicales de la tradición oral leonesa desde una óptica más contemporánea. El concierto será este sábado 14 de diciembre y habrá dos pases, uno a las 18:00 y otro a las 19:30 horas con entrada libre hasta completar aforo.
Rodrigo Martínez (bouzuki, voz y flautas) estará acompañado por Jaime Blanco al violín en esta cita en el Palacio del Conde Luna en la que ofrecerán un repertorio basado en la tradición oral leonesa pero con un enfoque contemporáneo. En esa mirada creativa hacia la música de tradición en la que convergen ambos artistas, con caracteres muy diferentes, proponen una inmersión sin prejuicios en espacios explorativos diversos.
Rodrigo Martínez Dúo improvisa y deconstruye las formas musicales tradicionales. Lo hace sin renunciar a la belleza de la esencia del folklore, de manera que no solo aporta una mirada creativa a la música tradicional de León, sino que también le proporciona nuevos discursos y materiales de composición. A esta propuesta escénica se une también el poeta e improvisador Víctor M. Díez, la tercera voz del grupo cuya poderosa poesía hace presente la magia de un universo vivo en el escenario.
El concierto estará conectado a la reciente presentación del último trabajo del músico leonés, el disco titulado “BURA” que significa en lengua vernácula oscura, o que tiene color. Se compone de diez temas de diferentes partes del territorio leonés (desde Maragatería, al Alto Sil y Babia, pasando por la Valdería y las montañas central y oriental, entre otras partes geográficas de León). “Es un disco a ratos un poco más atrevido de lo acostumbrado, pero en el que también hay espacio para enfoques más clásicos dentro de la literatura folkie”, explica Rodrigo Martínez. “Este concierto va a ser muy especial. Lo va a ser por varios motivos. El primero que el dúo lo vamos a formar Jaime del Blanco y un servidor, que ya es poco común. El segundo es que será por momentos un trío gracias a la voz de Víctor M. Díez que se sumará de a ratos como un tercer instrumento, y esa convivencia improvisadora de las tres voces hará brotar lo más hermoso, el universo propio de lo nuestro. El sitio es bueno también, un lugar íntimo y acogedor como es el Palacio del Conde Luna, adecuado para la escucha y propicio para esa complicidad que da la cercanía”.