
Este jueves 6 de noviembre, a las ocho de la tarde, se abrirá en el Ateneo Varillas (León) la exposición «Para contar mi historia», una selección de imágenes procedentes de los archivos familiares depositados en el Museo Palestino, en Birzeit, que muestran retazos de la vida cotidiana del pueblo palestino desde 1948. Además de las fotografías expuestas habrá una proyección de imágenes, acompañada de música y poesía a cargo de ‘cajabaja’.
PARA CONTAR MI HISTORIA
Lugar: Ateneo Varillas (León)
Día: jueves 6 de noviembre 2025
Exposición y proyección de fotografías
Música y poesía a cargo de cajabaja
«Para contar mi historia» es una selección de entre las ciento treinta fotografías de los archivos familiares depositados en el Museo Palestino, en Birzeit, y forman la base de esta exposición que quiere mostrar retazos de la vida cotidiana en Palestina desde 1948. En la selección hay imágenes de todo tipo, desde las técnicamente toscas a las sofisticadas, pero todas dotadas de un enorme valor documental. El título de la exposición (y que también fue de un libro) parte del poema del escritor palestino Refaat Alareer:
Si tengo que morir
tú tienes que vivir
para contar mi historia
Se trata de contar una historia de la vida cotidiana de los palestinos, más allá de las imágenes de horror con que suelen ser mostrados al mundo. Y hacerlo a través de las fotografías familiares que ellos mismos han ido depositando en el museo, lo que permite una aproximación directa y sencilla a su propia historia.
Esa es la intención del proyecto, para el que han sido seleccionadas ciento veinte fotografías procedentes del Palestinian Museum Digital Archive (PMDA), de entre su enorme archivo de casi veinte mil imágenes.

Un archivo recopilado de manera paciente para preservar la acosada memoria del pueblo palestino –la destrucción no solo afecta a vidas, edificios e infraestructuras, también a la documentación que atestigua su mera existencia.
La mayoría del material procede de donaciones hechas por familias palestinas, que han venido fotografiando su día a día desde antes de 1900, un testimonio clave para conocer la realidad de una sociedad que, más allá de la violencia cotidiana a la que se ve sometida, goza y se ocupa con las mismas cosas que la mayor parte de personas de cualquier país del mundo: las ceremonias, los colegios y la universidad, las fiestas, la vida en la calle, los espectáculos… Temas todos ellos presentes en la exposición.
La exposición arranca en 1948, el año de la Nakba, la expulsión de 700.000 palestinos de su tierra, y llega hasta nuestros días. Las imágenes abarcan temas diferentes y son de técnicas y estilos también disímiles, como corresponde a un conjunto de procedencia múltiple, donde muy pocos autores son profesionales. Todas ellas no obstante son testimonios especulares de una realidad que se muestra sin afectación ante las cámaras.
