Por CAMINO SAYAGO.— El escritor y fotógrafo berciano Casimiro Martinferre es un apasionado de la Prehistoria. En 1990 descubrió, por casualidad, las fascinantes pinturas rupestres del Furacón de los Mouros. Y mas tarde, en el Cañón de Entrepeñas, otros seis yacimientos, a los que se suma ahora un nuevo enclave, «Malpaso», de enigmáticos signos. La editorial Calecha se ha hecho eco de sus descubrimientos y publicado recientemente «Manuscrito de los brujos». Es su último libro, una magnífica obra sobre el paisaje y paisanaje leonés.