“Luz en el camino de la luz”, a través de la línea

La artista leonesa Begoña Pérez Rivera. Fotografía: C.Sayago
La artista leonesa Begoña Pérez Rivera. Fotografía: C.Sayago

 

Por CAMINO SAYAGO

La artista multidisciplinar Begoña Pérez Rivera muestra estos días, en la Galería Didáctica del colegio maristas San José de León, una obra, que integra trabajos anteriores y otros recientes, en los que revisa algunas de sus propuestas sobre el espacio, la luz y el dibujo, a través de la investigación de la línea. “Luz en el camino de la luz”, resume la búsqueda del espacio a través de diferentes planos, con el paralelismo de las líneas y el color.

En numerosas ocasiones la propuesta pictórica de la leonesa Begoña Pérez Rivera ha sido comparada con el minimalismo abstracto de Daniel Buren, y el uso que éste otorga a las rayas de gran longitud, tamaño, regulares y en contraste para integrar la superficie visual y el espacio arquitectónico. Sin embargo, no ha sido ni es un referente en la obra de la artista. “Aunque Buren trabaja también con el espacio, mi trabajo de investigación sobre la línea se centra en la espacialidad que no se ve a simple vista. El espacio está ahí y sólo se descubre cuando se elimina la luz. Si hubiera que hablar de un referente, el más significativo para mí es la artista norteamericana Agnes Martín”.

La intención de Pérez Rivera es situar al espectador ante un espacio que no es evidente. “Son diez piezas integradas en el propio espacio, que a su vez, está intervenido con las mismas líneas con las que transformo el espacio”. Líneas rectas que se ondulan, se superponen o se cruzan y dan sensación de movimiento. La línea, dice, es inevitable como parte del lenguaje del arte, punto, línea, plano, tal como estableció Kandinsky, precursor de la abstracción.

Y en este caso, coincide con sus tesis en la elección del material que a veces se vuelve poderoso y arrastra visualmente, y no deja mucho margen de movimientos. “Son telas estampadas o hiladas a rayas. Y esas rayas son inamovibles, tendrías que borrarlas, tarea imposible porque es parte del tejido, o bien tratarlas con otro tipo de material que es lo que yo hago. Las transformo, añadiéndole otras líneas de color para que los colores interaccionen”. Es como si sus cuadros se moviesen. En este sentido, asegura que se siente más conectada con una parte de la obra de Juan Uslé, realizada a principios de los 90. Y añade que, “otra diferencia entre Buren y yo es que yo deformo lo rectilíneo de las rayas en curvas o ángulos que pronuncio o resalto con la intervención de la pintura. Las trabajo en función del formato”.

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Además de la investigación de la línea y de su reflexión sobre el movimiento, en este trabajo actual destaca la propia luminosidad de la obra, un efecto que consigue por medio de la pintura, y en esta muestra con la fluorescencia y la fosforescencia. La utilización de pintura fosforescente le permite recrear dos universos sobre una misma imagen: la luz y la oscuridad. “Lo que se ve y lo que no se ve. Las personas somos materia y energía luminosa, los cuadros igual. Para mí son como seres animados con una materialidad clara, tanto por su empaque como por el color dentro del espectro de color que vemos. Y por otro lado está esa otra parte del espectro que no vemos, como los rayos ultravioleta”.

En esta exposición se consolidan proyectos anteriores, como la pieza que realizó en 1998, en la sala de exposiciones de El Albeitar.

Actualmente Begoña Pérez Rivera imparte clases en la Escuela de Arte de León, y el tiempo que le queda lo dedica a la creación. Sus primeras exposiciones datan de 1996, algunas de ellas en la desaparecida galería leonesa Tráfico de Arte.

La exposición permanecerá hasta el próximo 12 de enero.

  • Puede ser visitada previa cita a cac@maristasleon.com o llamando al colegio al 987876210

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