Olmedo acoge una nueva edición de ‘El clasiquillo’, el festival de teatro para niños y jóvenes

Alumnos de primaria, secundaria, profesores y animadores socioculturales tienen una nueva oportunidad para ampliar sus experiencias teatrales con la segunda edición del Festival de teatro Infantil, joven y clásico “El clasiquillo” que se celebrará en Olmedo (Valladolid) del 18 al 21 de abril. Las sesiones tendrán lugar en el Centro de Artes Escénicas San Pedro de la Villa del Caballero y a lo largo de ellas, docentes y estudiantes podrán adquirir conocimientos relacionados con el mundo de las artes clásicas.

Dos aportaciones destacan sobre muchas otras en la programación del certamen “El clasiquillo” dedicado a la infancia y a la juventud: el enriquecimiento personal y el acercamiento a la literatura de quienes asisten a sus sesiones.

Para Javier Pérez Lázaro, director y productor del certamen, “llevar el teatro clásico” a la escuela rural significa “un acto de responsabilidad, siguiendo la estela de Olmedo Clásico en donde nos hemos inspirado para llevar a cabo esta iniciativa, que, a buen seguro, echará raíces”, dijo.

Esta cita escénica orientada a niños y jóvenes comenzará con el taller “Intiterésate”, impartido por Alauda Teatro. En estas prácticas, los alumnos aprendan la historia del títere y de la marioneta, la técnica de cómo se llevan a cabo los procesos creativos y también tendrán la oportunidad de seguir las técnicas de manipulación y el detalle de algunos montajes de esta compañía burgalesa.

Le seguirán los talleres “Hacia la comedia va”, basados en las experiencias de “Aula Teatro” y la “Comedia-va” de la Universidad de Valladolid, impartidos por Araceli Marcos, Esther Pérez Arribas y Charo Charro, así como otras variaciones, bajo el mismo título, de las compañías Lapso Producciones y Bricabrac Teatro.

El Festival El clasiquillo ofrecerá también las propuestas ‘Un personaje más a escena: la iluminación’, que impartirá Javier Martín del Río, creador del movimiento artístico Dramatized Light Art; ‘Surcando versos’, dirigido a niños y niñas a partir de 6 años,  y, finalmente, “La vida es sueño”, espectáculo de Ultramarinos de Lucas coproducido con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. El certamen se clausurará con ‘La escuela de espectadores’, un coloquio entre los artistas y el público para intercambiar experiencias e impresiones con las que enriquecer el encuentro.

:: Empatía y motivación

Al abordar el teatro del Siglo de Oro es preciso romper con dos prejuicios rancios: no hay que identificarlo con la ideología de la dictadura, como se intentó transmitir con la llegada de la democracia, ni tampoco sostener que el verso es cosa de adultos.

Esther Pérez Arribas, profesora y directora de Pie Izquierdo, considera que es importante que los niño y los jóvenes convivan con el teatro clásico porque tienen “derecho a conover su patrimonio cultural”.  En su opinión, “los clásicos encierran enseñanzas, historias fascinantes, conflictos conmovedores que la infancia también puede aprender” y que les sirve, como a los adultos, para “emocionarse, reflexionar y divertirse”.

Pérez Arribas, con largos años de experiencia en materia pedagógica y teatral, entiende que a los niños el teatro de nuestros autores clásicos “les gusta, les interesa y les interpela porque hacen muchas preguntas, tanto sobre las propias historias como de los montajes teatrales”.

Cuestión distinta es cómo acercar esta modalidad artística a los más pequeños. Araceli Marcos, docente en el curso que se imparte en El clasiquillo, es partidaria de que un profesor o profesional de las artes escénicas ha de aproximarse a este tipo de público con “empatía”.

A su juicio, es importante tener en cuenta sus gustos y “adaptar las obras, los personajes, sus aventuras, así como su forma de solucionar los conflictos”, a sus propios intereses. Y propone: es fundamental “generar motivación en el alumnado para que quiera conocer las obras del Siglo de Oro, una motivación que se genera aplicando nuevas tecnologías en el aula”, sin olvidar el tirón que ejercen sobre ellos “los personajes de juegos”.

“Ingenio y originalidad” son, igualmente, dos premisas que han de reunir los textos de los clásicos, según Esther Pérez Arribas, a la hora de dirigirse al teatro para la infancia y la juventud ya que “es mucho menos convencional, generalmente, que el teatro clásico para personas adultas”.

“Respecto al verso, les encanta cuando está bien interpretado y se lo aprenden, incluso, porque las estrofas, los estribillos, las canciones siempre han propiciado el aprendizaje”, subraya. Y confiesa que “me encanta impartir talleres de verso para la infancia ya que puedes romper la solemnidad que se le supone, y demostrar que Lope o Sor Juana siempre nos harán reír, llorar o cuestionarnos o deslumbrarnos” con sus inesperados planteamientos , asegura la directora.

Tras analizar lo que afirman las dos especialistas, no es extraño que Javier Pérez Lázaro, director del Festival, señale que estamos “convencidos de que el teatro es una herramienta potentísima, capaz de generar buenas oportunidades para el desarrollo de niños, niñas y jóvenes”, máxime “en un pueblo que se siente teatral y que, en buena lógica, podría ser cuna de grande profesionales de las artes escénicas”.

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El Festival El Clasiquillo se celebra en el
Centro de Artes Escénicas (CAE) de San Pedro. Olmedo (Valladolid)
Fechas: del 18 al 21 de abril de 2024

 

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