Alberto San Juan lleva al Bergidum su ‘Autorretrato de un joven capitalista español’

Alberto San Juan durante la puesta en escena de `Autorretrato de un joven capitalista español´. Foto: L. Fraile.
Alberto San Juan durante la puesta en escena de `Autorretrato de un joven capitalista español´. Foto: L. Fraile.

Alberto San Juan escribe, dirige y protagoniza un inclasificable trabajo escénico, titulado ‘Autorretrato de un joven capitalista español’, en el que el actor madrileño ofrece una visión sin concesiones, crítica e incisiva, sobre la historia reciente de nuestro país. Este monólogo, que se pudo escuchar hace solo unos días en el Teatro Carrión de Valladolid, se presenta este viernes, 8 de noviembre, en el Teatro Bergidum de Ponferrada (21 horas).

Por LAURA FRAILE
(ultimocero.com)

«Yo tengo mi dinero guardado en la cuenta de un banco que especula con alimentos, que echa a la gente de sus casas y que comercia con armas prohibidas. Tengo un seguro médico privado que pertenece a una empresa que lucha por quedarse con un hospital público. Tengo un teléfono que hace de todo y cuyo contrato le permite robar sistemáticamente a sus clientes. Compro cosas constantemente como ropa, alimentos o aparatos que han sido fabricados en condiciones de explotación. Sé que vivo en una sociedad injusta hasta la crueldad, y que quiero que cambie, pero no sé si estoy dispuesto a perder todo lo que tengo en el intento. Soy un joven capitalista español«. Con estas rotundas palabras comienza la obra de teatro `Autorretrato de un joven capitalista español´, un trabajo escrito y dirigido por el actor Alberto San Juan en el que éste recorre nuestra historia reciente desvelando buena parte de los episodios que se han constituido como el germen de nuestra situación actual.

«Este espectáculo nace de un ignorante que se pone a leer a ver si entiende», aclara Alberto en una conversación posterior a la representación, manifestando el propósito que, inmediatamente después, le lleva a ir deteniéndose en episodios como el del 25 de abril de 1974, fecha en la que se produjo la Revolución de los Claveles en Portugal. «¿Qué pasó en España después de esta Revolución de los Claveles?», se pregunta. «A partir de ahí tuvo lugar el Congreso de Suresnes en el que fue elegido líder aquel joven que intentó llevarse al huerto a Margallo. Fue un Congreso en el que perdieron los históricos del partido y que contó con el apoyo de Washington y de los servicios de inteligencia franquista», añade.

A lo largo de todo el espectáculo, Alberto realiza alusiones constantes al largo proceso dictatorial de Franco que, incluso habiendo finalizado, siguió sembrando dolor, olvidos y divisiones. «Se olvidaron de desfascistizar España. Además, ésta se llenó de bloques de hormigón. Se robaron los sabores, su riqueza cultural, sus paisajes. El placer sexual fue convertido en pecado y la tierra se sembró con más de 100.000 desaparecidos que aún hoy siguen encerrados en fosas comunes», resume.

Este `Autorretrato de un joven capitalista español´ se detiene en episodios como el de la firma del Convenio Militar con EEUU del año 1953, que permitió que este gobierno ubicara cuatro bases militares en nuestro país, y que fue el inicio de esas constantes «escenas de amor» vividas entre ambos países a lo largo de los sucesivos gobiernos. «Por cierto, ¿Aznar es de aquí?», pregunta en un momento de la obra Alberto San Juan ante un público muy poco dispuesto a dar una respuesta afirmativa.

La pieza teatral se convierte en una constante denuncia frente a medidas políticas como la de la entrada en la OTAN o en la Comunidad Económica Europea. También recuerda la falta de reconocimiento a los doscientos fallecidos y al millar de heridos producidos como consecuencia del terrorismo de Estado. Asimismo, repasa episodios como el del 23F, fecha tras la cual «la calle se vació de ciudadanos críticos». «Ahora la calle vuelve a arder con la presencia de ciudadanos que están declarando su derecho a participar y decidir cómo vivir. ¿Qué van a hacer esta vez los políticos que aman el silencio de sus calles? Hay mareas y movimientos sociales que pueden decidir cuándo salir a la calle. ¿Qué violencia pueden emplear esta vez para meter a la gente en sus casas?», se pregunta el actor, un instante antes de compartir con el público un fragmento de una canción del disco `Andalucía 40 años´, de José Menese.

También se detiene en la crisis del petróleo del 73, así como en la creación del Estado de Bienestar, en el posterior «saqueo» de lo público o en la destrucción de los derechos sociales y laborales. En un momento dado también alude al gobierno de Margaret Thatcher, la «heroína de la revolución conservadora» y una de las «principales difusoras» de un concepto «fundamental»: el del capitalismo popular, ése en el que «todos pensamos que podíamos ser propietarios».

Alberto apunta duramente a ese Estado del Bienestar reconvertido en un «Estado del estar de puta pena» que desoye ese artículo de la Constitución que advierte que la riqueza ha de estar subordinada al interés general y que asiste a una imparable privatización de empresas públicas que «empezó con el primer gobierno socialista y que se fue acelerando con el PP». Señala a los culpables del desmantelamiento de la Sanidad y la Educación Pública, a los medios de comunicación que despiden a sus trabajadores y que contribuyen a crear la mentira que el lector consume día tras día. También se refiere a los responsables de la evasión fiscal. «Este espectáculo, que más bien es una conversación, no puede terminar. Hay demasiadas cosas de las que seguir hablando. Aquí no pretendía opinar y juzgar, aunque he opinado y he juzgado, sino plantear dos preguntas. ¿Lo que hoy sufrimos es la consecuencia de un diseño establecido en la Transición por unas élites que estaban a espaldas del ciudadano? ¿Todo eso suponía una continuidad con la razón de ser de la dictadura, dedicándose a proteger con ello los intereses de la banca y de la empresa?«, interroga Alberto San Juan hacia el final del espectáculo.

«¿Quién me dice a mí que la historia ya ha terminado? ¿Quién me dice que estamos en la adolescencia de esta historia colectiva? Mi padre me decía: si crees en una sociedad más justa no esperes a que llegue, compórtate como si ya vivieras en ella«, termina señalando este actor ante el público reunido, al que despide dos horas después del inicio de su espectáculo con unos versos de Jaime Gil de Biedma y con un emotivo `Grândola, vila morena´.

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