
Por TOÑO MORALA
Se dolía el día en aquel nacimiento del alba mustio y sin apenas color. El paseo se tornó silencioso hasta que la entrada al pequeño bosque, y su susurro natural, le conmovieron de una manera especial; al cabo de un tiempo ganado a la observación, un pajarillo nuevo y pequeño se le posó sobre el hombro; el nerviosismo le delató, miró en una décima de segundo al hombre y alzó el vuelo inseguro. Se habían mirado mutuamente, mientras el corazón latía tranquilo… comenzó a escribir…
“Se fue el invierno frío y gris… y me encontré con la eterna primavera de tu sonrisa… ya no son necesarios aquellos sueños donde me arropabas los vacíos…”
Precioso y muy evocador
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Solo los que conocimos aquellas mujeresMineras
Sabemos lo que Toño nos quiso decir.
Sigue escribiendo Amigo
Tus renglones son el Pan
Que llena mi nostalgia
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