
La asociación de Amigos de la Casa de Panero —en colaboración con el Ayuntamiento de Astorga, la Universidad de León, la Universidad de Kiel, la Fundación Gerardo Diego y el Instituto Leonés de Cultura—, organiza unas Jornadas sobre César Vallejo y las vanguardias (los días 23 y 24 de julio), con motivo del centenario de la publicación de ‘Los heraldos negros’ (del que reproducimos un poema, más abajo), con ponencias que versarán sobre la amistad entre Vallejo y Leopoldo Panero y sobre otros autores aledaños, como Aleixandre, Gerardo Diego o Ricardo Gullón.
El centenario de la publicación de ‘Los heraldos negros’ es un buen pretexto para evocar el momento cumbre de las vanguardias en España, con la llegada a Madrid del gran poeta peruano César Vallejo, que también visitó Astorga y León en 1931.
Fue el poeta Leopoldo Panero quien invitó en 1931 a César Vallejo a pasar unos días en su casa familiar de Astorga, después de haberle conocido en Madrid y sentirse fascinado por la poesía de aquel indio chiquito. Vallejo aceptó y en Astorga estuvo, aunque se cuenta la leyenda de que la familia Panero no trató demasiado bien al peruano, y éste acabó durmiendo en una pensión. Sin embargo, nada tiene de extraño que las palabras que le dedicó en su día Leopoldo Panero a César Vallejo –además de un poema sobre el ‘indio’ insustituible, en el homenaje que se le dedicó desde la revista ‘Espadaña’– son realmente entrañables: “en su libro, España aparta de mí este cáliz no ve más que el hombre, la dramática y menesterosa intimidad del hombre español, llámese Pedro Rojas o Juan Manuel, y lo canta con tiernas faltas de geografía y sintaxis angélica, sin trasfondo paisajístico alguno”.
Un homenaje a César Vallejo estaría bien por cualquier motivo y en cualquier lugar; pero que se realice en Astorga y en la casa de Panero tal vez propicie que su aura sea más vibrante y nítida y que el poeta peruano siga llegando al alma de los lectores un siglo después de haber sido escrita.
En el programa
- Javier Díez de Revenga y José Luis Bernal tratarán las relaciones del poeta peruano con Gerardo Diego.
- José Enrique Martínez hablará sobre la influencia de Vallejo en la poesía leonesa contemporánea a partir de Espadaña.
- Alejandro Sanz, que acaba de editar la Obra completa, de Vicente Aleixandre, desarrollará la relación de Aleixandre con las vanguardias.
- Javier Huerta y Juan José A. Perandones se referirán a la estancia de César Vallejo en Astorga y a su amistad con Leopoldo Panero.
- Dos grandes conocedores del epistolario de Ricardo Gullón hablarán de la relación del gran crítico astorgano con las vanguardias: Pablo Rojas –que acaba de preparar la edición de las cartas entre Gullón y Guillermo de Torre (de próxima publicación por el Centro Marcelo Macías y la Asociación de Amigos Casa Panero)– y Javier Domingo Martín –quien ha clasificado las más de 3000 cartas depositadas en la Biblioteca Municipal–.
- Otros participantes en el curso serán: Javier Gómez Montero (catedrático de la Universidad de Kiel), Isabel Martínez Cantón (profesora de la UNED), Sergio Fernández Martínez (investigador predoctoral de la Universidad de León) y Sergio Santiago Romero (investigador predoctoral FPU de la Universidad Complutense de Madrid).
:: Un poema de César Vallejo
LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
CÉSAR VALLEJO
(Del libro Los heraldos negros, 1918)