
El pasado domingo 16 de octubre se celebró en el Cafetín El largo Adiós de Valladolid un así llamado Vermú Poético para recordar al poeta Miguel Suárez, fallecido el 29 de septiembre de 2022 en La Valcueva, León, en la casa familiar donde residía desde unos pocos años atrás.
Actores y músicos, todos amigos del poeta, leyeron poemas de su obra, tocaron y cantaron para él. Al final del acto, su hermana melliza, Carmen, le entregó a la actriz Rosa Manzano unos folios que recogían las últimas palabras, parece ser, que el poeta dejara escritas, como un proyecto de nueva y esperanzada escritura. Su lectura cerró el acto.
Carmen Fernández Suárez nos ha hecho llegar generosamente esos folios inéditos para que los publiquemos aquí, como un hermoso testimonio de la profunda y alta razón y voz poética que Miguel Suárez mantuvo toda su vida, a pesar de los pesares, hasta casi el final.
Por MIGUEL SUÁREZ
Martes, 15 de diciembre de 2020.
Borrador escrito a la hora de la sobremesa con un vaso de agua y fumando tabaco de liar.
(Asociaciones de liar:
1.- tiene alguna relación con labores artesanas, dibujar, liar …
2.- crean un tempo lento necesario para el respirar del borrador, incluso con sus volutas de humo).
NOTA BENE: hay un cielo hermoso de luz y nubes, de nubes y luz.
CITA
…hay una rosa vermelha… mia mae cuando morreu… adeus…, adeus …, trae una rosa encarnada pra mim…
Carlos do Carmo, acompañado de un piano.
1. ¿Aquí hay por fin un poema-canción? ¿Sí? Si!! Títulos posibles para el poema-canción, que pertenece al cuaderno que abrí en setiembre aquí recién llegado tras más de 15 años de silencio literario (reflejo de un silencio existencial y de un dolor crónico anímico y físico), titulado ELOGIO DEL SAUCO, que iría acompañado de fotografías hechas durante los paseos.
Este cuaderno surgió del rebrotar, al contacto con esta vida nueva aquí, del libro en proyecto y no escrito titulado LÁZARO, DESPUÉS, perdido en una noche de lluvia, serrín, gentío y alcohol en el Cafetín El largo adiós de Valladolid en 1998, tras tres años de acumulación rítmica- de imágenes y de pensamiento.
EL proyecto del libro ya en marcha y cuasi escrito se iniciaba con una primera parte titulada 21 TESIS:
– la primera, la vida, esa indomable.
– la segunda, sonreiré hasta el final.
– la tercera, “no te soltaré hasta que me bendigas”, grito que le dijo Jacob al Ángel en su lucha a brazo partido.
– la cuarta, LA BELLEZA, hija de la indignación y la fraternidad.
(Posibles títulos del poema-canción).
– La existencia y la presencia.
Árbol, árboles, hablad! Cantad! Silbadme una canción!
Perros, contestadme en francés! Gatos, susurradme en portugués!
Pájaros, traedme las lenguas más exóticas! Las antiguas
las desaparecidas.
Vacas, estad!
Vacas, estad! Pastad.
Caballos, vacas, ovejas
mugid, relinchad, balad!
Que suenen esquilas y campanillas!
Para el confinado, en soledad y frío (esto no debiera tener importancia), el inexistente.
Chimeneas, hacedme llegar las palabras mientras se cocina el plato! Traedme el ruido de platos, vasos y cucharas, el olor a manzanas asadas, el tintineo de un armario de cocina, los sonidos del refrito y del hervor, traedme el humo de cazuelas y sartenes por las calles hasta aquí…
Máquinas del totalitarismo Tecnolotófago, seguís atiborrando a los hombres mónadas (el inverso de nuestros ancestros nómadas), ángeles guardianes del dios de los cielos, de satélites, dios en verdad omnipresente y omnisciente (vid la fanfarria teológica de los viejos y nuevos teólogos, aunque ahora se llamen emprendedores, comerciales y grandes prohombres) escupiendo nuestro inglés malparido.
Oír unos pasos, ver unas huellas humanas en la nieve (foto, huellas en la nieve del panadero que a diario me trae el pan a la ventana).
Oír las ruedas de una bici, un buenos días o un buenas tardes, o de una niña a un niño que baja en patinete “que te la vas a pegar!”.
Si bajara un carro con dos vacas suicidas repleto de hierba seca, el mundo sería “pra mim un paradiso terrestre! (Ver Dante-Pound).
Sol, sal, reluce y caliéntame los huesos!, pero déjame la cabeza fría como al abrir los ojos al despertar, o al darme agua fresca en la cara.
tabaco, pensamiento, nubes, vacas y canciones: herramientas mansas para el consuelo…
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