Por CAMINO SAYAGO
La Fundación Vela Zanetti (León) cuelga en sus paredes hasta el próximo 28 de diciembre “Geisha”, el último proyecto del artista visual Karlos Viuda. Una exposición apropiada para celebrar sus 50 años, en la que explora sin límites el territorio de la fantasía. En paralelo y en otro escenario ciertamente diferente, el de las Ilustraciones Eléktricas de Elektra Cómics, muestra otra vertiente de su trabajo, la ilustración.
Para Karlos Viuda (León, 1973) esta exposición en la Fundación Vela Zanetti se ajusta más a la ilustración que a la pintura. Lejos del terreno de la abstracción en el que habitualmente se mueve, en esta oportunidad ha optado por recurrir a lo figurativo para sumergirse a través del personaje de la “geisha”. Es un mundo onírico y surrealista cargado de colores vibrantes que comparte espacio con collages tridimensionales, dentro de la más pura tradición póvera, donde se conjugan elementos cubistas e informales para hacer un guiño al 50 aniversario de la muerte de Picasso.
Pero sobre todo “Geisha”, según el mismo explica, quiere ser una fiesta, una celebración plena de hedonismo y de la alegría de vivir para celebrar sus 50 años.
Por otra parte, en Elektra Comics una veintena de ilustraciones muestran los diferentes territorios por los que ha transitado dentro de esta disciplina. En su trayectoria el dibujo ha sido estructural, desde siempre un juguete con el que explorar en ocasiones ideas ajenas a sus propias preocupaciones plásticas, para buscar respuestas a las incertidumbres vitales.
– En estos momentos tu obra se puede ver en la Fundación Vela Zanetti y en Elektra Cómics. Dos escenarios para mostrar distintas vertientes de tu trabajo, pintura e ilustración.
– En realidad los dos espacios exponen la misma faceta de mi trabajo. Pintura pintura, no hay, o al menos lo que yo considero PINTURA, como pintor me muevo en unos territorios de la abstracción muy líquidos, y en esta ocasión estamos frente a trabajos más propios del mundo de la ilustración.
– La exposición “Geisha” coincide con tu cincuenta cumpleaños. Apuestas por celebrar la vida. El color explosiona en el retrato…
– Geisha es una serie más de mi trabajo que encajaba como un guante para mi celebración de los 50. El personaje me permite sin limitaciones explorar un mundo de fantasía, imposible de recrear en otros proyectos.
-¿Por qué has elegido este tema?
– Los artistas buscamos constantemente disculpas para poder trabajar el concepto que queremos transmitir y este personaje tiene muchísimas posibilidades, es muy atractivo y exótico, sobre todo para las culturas occidentales. Yo quería que mi exposición fuera una fiesta, y qué mejor que una geisha para amenizar el acontecimiento.
– Llama la atención su condición de cíclopes, y sus tocados que hacen referencia a la naturaleza.
– La primera vez que estuve en el estudio de un artista, fue a los cinco años en el de Monseñor, cuando lo tenía en la calle San Pedro, y recuerdo que me impresionó ver un Polifemo que estaba pintando…siempre quise hacer algo con ese recuerdo. Por otra parte, uno de los retos en esta serie era que los tocados fueran muy disparatados y divertidos, en esas madejas de pelo pueden vivir todo tipo de pájaros, insectos y plantas. Si hay un sitio en el que me encuentro pleno es en la naturaleza, y en ella está todo lo que necesitamos para crear y ser felices.





– Lejos de la figuración que impregna a estas geishas, incluyes collages que hacen un guiño a Picasso.
– Desde el gusto, tengo que decir que Picasso no es uno de mis artistas favoritos, por otra parte hay que reconocer la cantidad de aportaciones que hizo a la pintura, y el collage es para mí el principal. Esta técnica me ha acompañado en toda mi trayectoria, desde los collages más convencionales, hasta los verticales, dotando al plano pictórico de la posibilidad de generar sombras. Desde ese gusto mío de forzar los límites, necesitaba distorsionar la percepción del rostro, y el collage se convirtió en el mejor aliado, en el que dos lenguajes opuestos conviven y se hacen imprescindibles para poder leer la obra.





– Siempre la confrontación de opuestos… ¿es también uno de los objetivos de la exposición?
– Siempre es una de mis premisas a la hora de confeccionar un proyecto. Por una parte, se convierte en un reto y por otra, me he dado cuenta que es un buen método para lograr nuevas experiencias estéticas que no tengan una referencia concreta. Aunque parezca un inconveniente y una piedra en el camino, ponerse límites y condicionantes antes de empezar a trabajar, hace más efectivo y excitante el proceso creativo.



– A Elecktra Cómics has llevado una veintena de originales que recorren tu trabajo en el ámbito del dibujo y la ilustración a través de varias etapas.
– Para poder proyectar cualquier idea, el dibujo nos es imprescindible, desde carpinteros, arquitectos, cineastas y artistas, todos plasmamos nuestras inquietudes en un papel, Yo siempre me he encontrado muy cómodo con el papel, se hace en cualquier parte y sin apenas medios… un juguete al alcance de todos. Elektra Cómics me dio la oportunidad de poder mostrar simultáneamente varias de mis líneas de trabajo, desde las más narrativas a las más abstractas, pudiéndose hacer una idea el visitante de lo que es mi trabajo en todos estos años.
– ¿Tienes algún proyecto en marcha?
– Sí, claro, pero no te puedo adelantar nada… que se gafan.