Por CAMINO SAYAGO
La galería Ármaga (Avenida Alfonso V, 6 León) hace un paréntesis en su programación con una colectiva en la que confluyen diferentes lenguajes de la abstracción representados en la obra de ocho artistas leoneses. La exposición, comisariada por María Pérez, pone en valor los fondos del espacio expositivo a la vez que propone una inmersión en el lugar común que comparten. Se podrá ver por un corto espacio de tiempo, hasta el 10 de junio.
Esteban Tranche, Paco Chamorro, Ramón Isidoro, Pablo Maojo, Begoña Pérez Ribera, Amando Casado, Daniel Verbis y Javier Victorero son los protagonistas de “Encuentros en la Abstracción”, una muestra inusual sobre todo por su breve temporalidad, una semana, y por reunir a artistas de la galería en un proyecto que surge de la revisión de un territorio con muchas bifurcaciones y que tiene como punto de partida las reflexiones de Wassily Kandinsky sobre la pintura. Como explica en el texto de presentación María Pérez, su comisaria, se trata de “un diálogo libre entre lenguajes, técnicas y distintas sensibilidades; un espacio de expresión, búsqueda y resonancia compartida”.
Kandinsky con su teoría del color, las formas y la composición fue uno de los precursores del arte abstracto, uno de sus grandes teóricos. Liberó la pintura de la necesidad de representar el mundo visible. Desde entonces su aportación ha supuesto un punto de inflexión para la creación artística contemporánea que ha oscilado entre dos enfoques opuestos “figuración” y “abstracción”, que han convivido y se han complementado hasta la irrupción en la segunda mitad del siglo XX de corrientes no figurativas como el informalismo o el expresionismo abstracto.


Esta renovación expresiva no fue ajena al territorio leonés, con artistas como Esteban Tranche (Armunia, 1944) o Paco Chamorro (León, 1946), ambos de la misma generación, cuyas obras prácticamente desde sus inicios se inspiran en los preceptos del artista ruso y ahora se pueden ver en esta exposición junto a las de otros seis artistas para los que la abstracción también es un lugar común.
La abstracción de Tranche es una figuración no realista, la de Chamorro recrea de forma poética el movimiento. No escapa de la estela del color tonal de Kandisnsky Javier Victorero (Oviedo, 1967), que concibe la pintura desde la emoción, la poesía, la música y la soledad sonora y la reinterpreta desde lo matérico y gestual.
La abstracción lírica de la pintura de Ramón Isidoro (Valencia de Don Juan, 1964), utiliza campos de color para conseguir una luz mística; Pablo Maojo (San Pedro de Ambás, 1961) altera la materialidad de sus esculturas de madera sin colores primarios con vinagre que las oxidan hasta conseguir el tono deseado.
Amando Casado (San Andrés de Montejos, 1959) registra la luz en sus fotografías y se considera un fotógrafo abstracto porque cree que el alejamiento de la realidad enriquece la imagen. Y Daniel Verbis (León, 1968), más cercano a lo conceptual hace del lenguaje verbal el centro de su discurso.


La obra de Begoña Pérez Rivera (Valderas, 1965), la única mujer artista que participa en la colectiva, se adhiere de igual forma a los supuestos teóricos kandinskianos. Cruces de líneas y contrastes cromáticos generan un espacio cargado de movimiento en su pintura. La serie Habitáculos, inspirada en planos de casas y la más reciente Nudos, los cuales no solo son físicos, sino problemas a resolver mediante la creatividad, forman parte de la intervención realizada específicamente para esta ocasión.
