Ana Campos y Blanca Beatriz Caraballo intercambian papeles y telas en la galería Cinabrio

Silva Medina, Gemma Cinabrio y Ana Campos.

Ana Campos, con «El árbol de la vida», y Blanca Beatriz Caraballo, con «Una sombra en el paraíso», dialogan a través de sus obras en la galería leonesa Cinabrio. La doble exposición se podrá visitar hasta el 17 de octubre de 2025, de lunes a viernes, de 17 a 20 horas.

La galería Cinabrio abre la temporada expositiva con una muestra doble, a cargo de la artista leonesa Ana Campos y Blanca Beatriz Caraballo, cubana afincada en Miami. La apuesta de la galerista Gemma Cinabrio y su colaboradora Silvia Medina por unir a este dúo partió del interés de ambas por el textil como soporte y materialización de su obra y se les propuso intercambiar materiales: Ana Campos utilizaría el papel como soporte a su tradicional técnica de estampación botánica sobre textil y Blanca Beatriz Caraballo usaría el textil como soporte de su expresión plástica.

Las muestras de cada autora ,“El árbol de la vida” y “Una sombra en el paraíso”, dialogan en la misma sala sobre el inconsciente colectivo y el subconsciente personal, utilizando la representación de la naturaleza de manera figurativa para Ana y abstracta para Blanca Beatriz, creando una atmosfera sugerente y rica en matices, texturas, colores y significados, para el disfrute y la reflexión del espectador.

“El árbol de la vida” y “Una sombra en el paraíso” hacen alusión en la cultura judeocristiana a la vida eterna, a la inmortalidad, la conexión entre el cielo y la tierra, la eternidad, el ciclo de la vida (nacimiento, crecimiento, muerte y renacimiento), la búsqueda del equilibrio y el crecimiento personal.

Pieza de Ana Campos.

Las piezas de Ana Campos, representan elementos de la naturaleza en sus formas, colores, texturas, en la morfología de las hojas, flores y ramas, ejecutadas con la laboriosa técnica de estampación botánica y la alquimia de los tintes naturales. En las piezas de Blanca Beatriz Caraballo, los pliegues de las telas se usaron como guía para los dibujos y por lo tanto hay figuras o símbolos recurrentes.

Para Ana Campos, cuando la vida te deja desarbolada, “dolerse con la naturaleza y refugiarse en ella para vivir doblemente en sus raíces y en las ramas de una descendencia capaz de trascender el colapso ecológico y vital” ha constituido el refugio íntimo y personal que busca reflejar en sus obras.

Pieza de Blanca Beatriz Caraballo.

Las imágenes de Blanca Beatriz Caraballo, por su parte, recuerdan los grabados costumbristas de Cuba donde las tradiciones afrocubanas heredadas de los esclavos africanos se expresaban libremente, paseándose disfrazados de diablillos por las calles de La Habana, aunque también refleja otras escenas de su vida en la Isla.

Una cubana que procede de Miami y una leonesa que aprecia sus vivencias en lo rural y en el campo, apuntalan con sus obras desde lo íntimo y lo universal una naturaleza especial en sus manifestaciones artísticas y comparten con el espectador sus reflexiones.

A la inauguración, a la que no pudo asistir Blanca Beatriz Caraballo, acudieron un publico entusiasta y artistas de diferentes disciplinas, que arroparon así esta iniciativa de «reunir a artistas de diferente técnicas, procedencias y expresividades sostenibles» y que «miran a la naturaleza como inspiración y símbolo de salvación de un mundo lleno de tragedias humanas y desastres naturales que tanto nos conmueven».

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