Por LAURA FRAILE
(www.ultimocero.com)
Después de cincuenta días de encierro, la veintena de estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León ha optado por finalizar esta acción de protesta, confiando en que se mantenga el compromiso manifestado por la dirección de su Escuela, actualmente en manos de Carlos Marchena, que está ocupando su cargo tras la dimisión de José Gabriel López-Antuñano.
«Finalizaremos el encierro esta tarde, después de haber realizado negociaciones con la Dirección de la Escuela, que siempre ha mantenido un talante negociador y que ha hecho un gran esfuerzo por encontrar una salida pronta y por resolver bien este asunto. Creemos que la Escuela ha manifestado un compromiso suficiente como para levantar el encierro», comentaba Javier Gómez, uno de los alumnos encerrados, a primera hora de la tarde de este lunes 17 de junio. Él y sus compañeros comenzaron su protesta el pasado 25 de abril, y desde entonces han estado durmiendo en el hall y en los pasillos de la Escuela, lugares donde también han aprovechado para ensayar y preparar sus asignaturas.
Este lunes por la tarde, además de realizar una acción simbólica de levantamiento de sacos y mantas de las barandillas de la Escuela, los alumnos han leído una declaración a la que han titulado `Por el presente y el futuro´, que ya cuenta con el apoyo de ARTESA y de la Unión de Actores. En ella hacen referencia, a lo largo de siete artículos, a la necesidad de una igualdad de trato de sus estudios en relación al resto de la Educación Superior, así como a la defensa de una mayor consideración profesional.
También aprovechan para demandar transparencia en la gestión de la institución, a lo que acompañan de un llamamiento a la unión para mantener la defensa del tejido cultural. Desde este lunes estará disponible en la web de la Junta de Delegados de alumnos para que puedan adherirse las personas y colectivos interesados. «No hemos querido cerrarlo a lo que pasa en esta Escuela, sino que hemos querido hacer una defensa de la Cultura en Castilla y León empezando por esta Escuela. También hemos querido reflejar lo conseguido y no conseguido en este encierro, así como lo que falta por conseguir», apunta Carlos Jiménez, uno de los representantes del encierro.
Entre estos méritos Carlos destaca que se les haya asegurado que, a pesar de los despidos, se velará por que haya un especialista en cada materia (aunque aún está por conocerse la cantidad, lo que se revelará en septiembre). También valora positivamente que la matrícula no haya subido más de 200 euros, cuando lo estimado inicialmente es que ésta subiera entre 400 y 450 euros. «Eso sí, en tres años el precio ha subido un 110%», aclara. Otro de los méritos a los que apunta Carlos es el de la creación del Consejo Escolar, actualmente en proceso de articulación, así como la de otras estructuras del Régimen Orgánico de Centros. «No había nada, y ahora se está creando», añade. También destaca que no se vaya a hacer efectivo el cierre de la línea de Dirección y Dramaturgia.
Sin embargo, aún hay un camino por recorrer: «No hemos conseguido que se publiquen las cuentas de la Fundación de Universidades y Enseñanzas Superiores, y también queremos recuperar el otro grupo de la rama de Interpretación ya que antes había dos con treinta plazas y ahora sólo hay uno y con dieciséis. También queremos becas específicas para la matrícula, ya que hoy sólo cubren el desplazamiento y el alojamiento», resume Carlos, que vino desde Palma de Mallorca para realizar sus estudios de Arte Dramático en Valladolid.
Durante el tiempo que han permanecido encerrados para defender la calidad de su Escuela, estos alumnos han mantenido el ritmo de sus estudios. «Nunca hemos dejado de trabajar, no ha habido ningún parón de exámenes o de clases», aclara Carlos. En este periodo han optado también por trasladar su protesta a la calle: «Hicimos una cadena y el sábado del Festival de Teatro y Artes de Calle realizamos una acción en el Teatro Calderón en la que aparecían una persona vestida con traje, en representación de un amo, y tres perros, que simbolizaban a los estudiantes. Nos estuvimos moviendo con esta acción por el centro de Valladolid», continúa.
También tuvieron ocasión de reunirse el pasado 3 de mayo con el consejero de Educación Juan José Mateos, con el que pudieron compartir sus demandas durante dos horas. «La reunión fue convocada rápidamente, la conseguimos a una semana del encierro. En ella compartimos los cuatro puntos principales de nuestra reivindicación, referidas a la calidad de enseñanza, las matrículas, las becas y la recuperación del grupo perdido de Interpretación. Desde la Consejería nos dijeron que se estaba haciendo todo lo posible por mantener la calidad, aunque no entendían cómo estábamos protestando por algo que entendían que se estaba garantizando. La reunión fue satisfactoria porque pudimos reunirnos con ellos, pero más allá de los puntos que ellos entendían garantizados no vimos en qué se iban a materializar. Por eso decidimos mantener el encierro hasta conseguir materializar un compromiso verbal por su parte», explica Javier Gómez, que estuvo en la reunión en compañía de otros dos compañeros de la Junta de Delegados de alumnos, Juan Casado (director de la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León), Enrique de la Torre (director general de Formación Profesional y Régimen Especial) y Salvador Mulero (gerente de la Fundación).
Según han manifestado, en este momento estos alumnos depositan toda su confianza en el compromiso del actual director de su Escuela, Carlos Marchena, quien imparte Interpretación en sus instalaciones. «Nos ha mostrado su apoyo en todo momento y nos ha asegurado que hará todo lo posible para que los compromisos mantenidos se cumplan», explica Carlos. Aun así, no descartan seguir poniendo en marcha acciones futuras, abogando por un derecho irrenunciable: mantener la calidad de su Escuela.
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