
Por SERGIO JORGE
Son dos periodistas que están acostumbrados al trabajo en grupo, por eso para los hermanos Fernando y Mario Tascón la elaboración de una novela a cuatro manos no ha sido nada complicado. Y más si la historia la protagoniza un redactor de un periódico en el Madrid de la II República. Así han lanzado La Biblia bastarda, que han presentado estos días en la Feria del Libro de León.
«Es un thriller basado en dos historias, una sobre el Códice Sinaítico, un libro real, sobre cómo se descubre, cómo llega este libro primero a los zares, que son los primeros dueños en el siglo XIX, que encuentran el libro en el Monte Sinaí», explica Mario Tascón sobre la temática del libro. «Se lo llevan a San Petesburgo, ahí pasa unos años en el olvido, hasta un momento en el que Stalin necesita dinero para los planes quinquenales y se lo ofrece al Gobierno británico«, añade uno de los dos autores, no sin olvidar que «fue entonces la venta más cara de un libro, que el equivalente fueron unos seis millones de euros«.
La otra parte de la historia se basa en la protesta de los intermediarios de esta venta, que protestaron en el periódico español La Voz «porque no salen citados». Es ahí donde comienza a desarrollarse la trama de un libro ambientado «en una época muy interesante tanto en lo operativo como en lo social«, apunta Mario, quien reconoce que aquella época «se parece mucho a la actual en muchas cosas».
El periodismo se respira en todas las páginas de este libro, no sólo por la importancia del rotativo La Voz en el desarrollo de la historia, sino también porque los autores han escogido a un redactor como protagonista. «Nos queda más fácil por el motivo obvio de que tanto Fernando como yo somos periodistas. Nos hace más fácil manejarlo porque conocemos los tempos de un periódico», añade Tascón.
«Llevamos la historia preguntando, que es básicamente la fórmula que utiliza un periodista: preguntando llega a las respuestas que necesita. También podía haber sido un policía, pero el redactor es un buen protagonista», explica el autor.
Y como no puede ser otra forma, ambos periodistas utilizaron lo mejor de las tecnologías de la información para el trabajo previo de investigación, pero también para la propia redacción de La Biblia bastarda. La historia iba tomando forma en un archivo en Google Docs, una herramienta que permite escribir en la nube, por lo que ambos se podían conectar desde cualquier punto sin tener miedo a «perder las versiones». Tascón reconoce que ya utilizó esta fórmula para algunos de sus trabajos anteriores, como el que hace unos meses presentó: Escribir bien en internet.