Éxtasis

Pintura mural en las ruinas de Pompeya (Italia).
Pintura mural en las ruinas de Pompeya (Italia).

Por FERNANDO CAYO

Hacer el amor es una de las  experiencias más liberadoras  que tiene a su alcance el ser humano. Hacer el amor descarga en nuestro flujo sanguíneo un cóctel hormonal, un montón de dopaminas y otras drogas autogeneradas por el narco natural —no delictivo— que todos llevamos dentro. Nos relaja, nos purifica y nos da esplendor. Una experiencia de unión, de fusión que nos desconecta del estrés y lo “mental”.

Casi todas las experiencias liberadoras tienen que ver con el “fundirnos”. Como digo en mi espectáculo “La terapia definitiva”: Cuando disfruto en profundidad de la música, cuando disfruto bailando… Cuando río, juego, hago el amor, recibo un masaje, hago algo que me satisface, lo hago en un estado de fusión mental, física y espiritual con las cosas, acciones y personas con las que interactúo…
Esto es lo que llamamos desconectar… ¿Desconectar? Realmente lo deberíamos llamar conectar.

La fusión es la esencia de la práctica y el disfrute de las expresiones artísticas. Cuando conectamos con un cuadro, una obra musical, un libro, un espectáculo alcanzamos un estado casi meditativo de compenetración que nos lleva más allá de la pieza artística. En el caso de las artes escénicas la fusión es con el espectador —con cada uno individualmente porque cada uno recibe tu trabajo de forma diferente—, con la pieza dramática, con los compañeros de elenco. La fusión artística en el escenario con un buen compañer@ de reparto es una de las experiencias más gozosas de un profesional de la escena.

Estas experiencias son, para mí, recordatorios de que formamos parte de un todo. Un estudio de la Universidad de Princeton va en esta línea, estudia la existencia de una Consciencia Global.  El Proyecto de Consciencia Global es un estudio que nos demuestra que ocasionalmente hay sucesos de repercusiones globales que nos hacen centrar a muchos de nosotros en un mismo punto de atención y  llegar a una inusual coherencia de pensamientos y sensaciones en sitios muy apartados del planeta y no conectados por medios de comunicación….

Por lo visto tienen una serie de detectores a nivel mundial que detectan científicamente las fluctuaciones de esta Consciencia Global. ¿Magia? No. Estamos más unidos de lo que creemos. Todos. ¿No era de la unión de donde provenía la fuerza? ¿No es en la unión de dos cuerpos que hacen el amor lo que refuerza los sentimientos de una pareja? Aplíquese al ser humano como conjunto y saque cada uno sus propias conclusiones.

El otro día hablaba con un grande de la escena española, José Pedro Carrión, después de una lectura dramatizada de la obra “Trinchera” de Alberto Iglesias, de la importancia de la amistad como máxima expresión universal del amor y del respeto al otro. Distintos acercamientos a lo mismo. Sentir con el otro, fundirse, comprendernos comprendiendo al otro…

El teatro lleva siglos ejerciendo de crisol, siempre ha sido ese gran catalizador de conciencias, ese órgano de carácter social destinado a crear Consciencia Global, a unirnos reconociéndonos en los demás, a fundirnos. Por eso adoro el teatro, porque para mí hacer teatro es como hacer el amor… Relaja, purifica y da esplendor.

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