
Por ISABEL URUEÑA
LOS VERBOS INCAPACES
Ellos conmigo me dices callan
pero ayer no contarán hasta diez,
sino con mil doscientas respiraciones apagando
que van y mato a pocos en verbos
dislocados; la paz dijiste y eran
miedos que se disfrazas de gerundios,
montan los adverbios un círculo vicioso en
las esquinas de la razón pillaste al vuelo
deshojada que no calmó tus piernas
y pensé, su movimiento altera en otras,
visto de lejos tu aspecto multiplico por otros
lo lejano. Yo tenemos pluma,
tú no tiene nada de ti, porque no saben.
¿Vemos? El tiempo sólo existe conjugado
por incapaces cabezas de presente.
Hay un error:
el tiempo no sucedo, somos
quienes amarillean, perdemos pie, caeremos
muertos, extintos de penas no bebidas.
El tiempo era, son, el transcurso de nuestras dimisiones,
consecuencia.
Nada nos pasa, no hay horas asesinas:
mataron la inacción, tus dedos mata inmóviles,
se congelo.
Por eso la música, que siempre me pasó,
rejuvenece.
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Nota: Este poema inédito de la compositora, directora de orquesta, música y escritora Isabel Urueña, fechado en 2006 y reproducido hace algunos años en el desaparecido blog Isla Kokotero, forma parte —en su versión manuscrita por la autora— de la exposición Diálogo e intersecciones entre poesía y artes plásticas, que se puede visitar hasta el 31 de enero de 2015 en el Museo de la Harina de Gordoncillo (León)

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