Ora Pro Nobis, de la fotógrafa Diana Martín Lapeña, Feminidades fluidas, video arte y sexualidad como manifiesto político, del Colectivo Abertura Vaginal, la instalación de Francisco Argüello sobre la memoria y el espacio y un recorrido por la Historia de los movimientos LGTB en España componen la oferta de La Neomudéjar, Centro de Artes de Vanguardia (en la madrileña calle de Antonio Nebrija, cerca de Atocha), hasta finales de julio.
Por GERARDO LÓPEZ LÓPEZ
→ @gerloplop
Madrid.— Las nuevas propuestas expositivas que presenta La Neomudéjar coinciden en aportar una mirada libre sobre aspectos que están invisibilizados, tales como la dimensión de manifestación política de la sexualidad y la pornografía o las diversidades de lo humano en cuanto a género o identidad. A través de la fotografía, el videoarte, la instalación y la muestra documental, estos proyectos, elaborados en buena parte en las residencias de los propios artistas en este centro de artes de vanguardia, provocan la reflexión del espectador.
Diana Martin Lapeña presenta en Ora Pro Nobis tres series fotográficas realizadas con técnica analógica y sin retoque digital, en las que aborda, sirviéndose de la iconografía católica, cuestiones como la aceptación de la diversidad y de la singularidad de cada uno, el propio cuerpo y la identidad como los elementos más trascendentes a los que podemos enfrentarnos. En Creyentes se retratan desnudos para resaltar el acto de fe que supone vivir y ser libre, en Llena eres de gracia a través de retratos de personas queer se pone de manifiesto que lo más sagrado es la decisión de cada uno de ser quien es y por último Ni santas ni putas es otra serie de retratos en esta ocasión de profesionales del sexo, desde meretrices a sexólogas o directoras y estrellas del porno, que interpretando a santas católicas nos acerca al acto de amar.
Feminidades Fluidas, videoarte y sexualidad como manifiesto político es la vídeo instalación que comisaría el Colectivo Abertura Vaginal y que presenta trabajos de distintas artistas que se conciben como herramientas políticas y de crítica social, frente a un sistema de opresión e invisibilización de los feminismos en el arte y en la sociedad. Trabajos como Chupada anti-imperialista de la colombiana Nadia Granados o Dildoman de la sueca Asa Sandzén son claros ejemplos de crítica al capitalismo patriarcal y a la heteronormatividad binaria a través de la postpornografía. También destacan trabajos experimentales como las piezas de la argentina Carolina Lucero, La guerra es envidia menstrual y Microespasmos de un hervor rosa o las concepciones cyborg de Donna Haraway.
Junto con estas dos exposiciones se muestra el trabajo de otro residente en el centro de arte, Francisco Argüello que lleva trabajando en La Neomudéjar desde el mes de noviembre y presenta una instalación sobre la memoria y el espacio, más concretamente sobre los espacios que como las propias naves en las que está instalada La Neomudéjar, son reciclados para otros fines distintos a los que fueron creados.
La propuesta expositiva, que estará abierta hasta finales de julio, se completa con un trabajo de recuperación de la memoria de lo que fueron los movimientos activistas LGTBQ en España desde los años 90 hasta nuestros días y de algunos colectivos como Maribolleras Precarias, La Radical Gay, COGAM o LSD. Se han recuperado fancines y material impreso del archivo La Biblio. Además se muestra el material audiovisual sobre los espacios de socialización de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, las manifestaciones de los primeros noventa y otras grabaciones del archivo de La Neomudéjar editadas por Adriana Luque del Colectivo Abertura Vaginal.
La Neomudéjar es un centro de artes de vanguardia y residencia artística, ubicado en Madrid, que tiene como prioridad favorecer, impulsar y dar visibilidad al creador emergente. Está instalada en una de las naves de los antiguos talleres de Renfe en Atocha que es en la actualidad es propiedad de ADIF.
TAM-TAM PRESS 
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