Por VÍCTOR M. DÍEZ
Decía mi compadre Urdiales que en el tópico manriqueño: “Cualquiera tiempo pasado fue mejor”, cabía hacer un puente, un bypass con dos comas: “Cualquiera tiempo, pasado, fue mejor”. Algo así: como “Eh, tú pasado, no te pases, cualquier tiempo puede ser mejor”. Y que esto estaba latente en el verso de Jorge Manrique a la muerte de su padre.
Si como hemos leído al maestro Abril la derecha patria se esfuerza deno(dadá)mente por absorber el discurso progresista. Parecer lo que no se es, haciendo lo que siempre se ha sido, sin piedad. Así, también, se detecta un cierto conservadurismo de niños huérfanos en lo político. Cuando la cosa va mal, las soluciones parecen estar a nuestra espalda. “Ya no hay políticos como los de antes”. Homenajes a 30 años de felipismo (¿vocación de mayoría, tío?), invocaciones a Gregorio Peces Barba, estatuarias a los “padres de la Constitución”.
La propia Constitución, redactada en blanco y negro, antes de la televisión en color, antes de Europa, antes de Internet… Es el epítome de la regla perfecta. La guinda del Sancta sanctorum de la democracia: la transición. Nada más estable que lo que transita inmaculado en nuestra memoria acrítica, hijos de la hechicera Victoria Prego. El santo consenso, libertad sin ira, habla pueblo habla (pero con el de atrás, como en la escuela).
El futuro es una cosa de hace treinta y cuatro años. Ahora está prohibido mirar hacia adelante. Si nos va mal que vuelvan Fraga, Carrillo y Roca. Algo se debió hacer mal allí para que esto nos haya explotado en la cara ¿no? De todos nos quedó alguna enseñanza, eso sí. Por ejemplo de Aznar, otro prohombre de la patria, aprendimos cómo poner en marcha el mayor festival de lujuria especulativa y quitarse rápido del medio, para que le explote en la cara a los tontos de la clase. Un líder sólido, no cabe duda.
Gente de antes, nada de lo nuevo. Ya vemos dónde nos pueden llevar los experimentos.
Vuelve el NO-DO (by TVE), la escuela de “siempre”, la familia de toda la vida, la catequesis. La Seguridad Social se va pareciendo cada vez más a los payasos de la tele; se abre una puerta y sale el señor Chinarro y grita: ¿Cómo están usteeeeedes? Vuelve el partido único y el sindicato vertical. Marcial Lafuente Estefanía y se cogen puntos a las medias. Los hermanos “mala sombra” de la CEOE y aquel programa tan bueno de Félix Rodríguez de la Fuente que era una animalada. Un, dos tres… Responda otra vez.

…muy acertado querido amigo, y además con toda la razón…y esa ironía fina..abrazos.
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