Por TOÑO MORALA
— ¡Pon al agente 007!
— No, vamos a ver una de esas películas alemanas que manda la Merkel como castigo a Rajoy.
— ¡No, que son muy malas…!
— Bueno, pues pon lo que te dé la gana—.
Al cabo de diez minutos, más o menos, los ronquidos de ambos en el sofá se acompasaban en un cuatro por cuatro perfecto; era una sinfonía a dos. Pasada una hora larga, se despiertan con la tele encendida y, tras un desperece triunfal…
— ¡He soñado que estábamos en la playa… ¿y tú?
— Yo, ya no me acuerdo… pero estuvo muy bien la película…—.