
FOTOGALERÍA LEONESA (Comisariada por Amando Casado)
Secundino Pérez – Cundi-:
‘Miro y miro y no me canso de observar’
Si tuviera que contratar a un fotógrafo para mi periódico no miraría tanto las fotos que me ha traído, sino que colocaría una piedra encima de una mesa y le diría: “ahora, dispara y veamos que partido eres capaz de sacarle a esta situación”
Antonio Espejo
(Editor gráfico de El País)
Secundino Pérez –Cundi–, oriundo de Lario, 1963. Pueblo de la montaña leonesa, próximo a Riaño.
Cundi, es un “mirón”, un observador –como no podría ser de otra forma–, es decir: un fotoperiodista. Desde que empezó en La Crónica en 1987 ha registrado los aconteceres de la vida y la belleza de las tierras leonesas. En sus fotos se identifica “el ser” de esta tierra y de quienes la habitan; son imágenes que están ahí, para que, cuando la memoria se vaya diluyendo, podamos abrir el cajón de su archivo y volver a revivir y disfrutar de aquellos instantes que él ha salvado para la historia. Su trabajo, en primera línea de los acontecimientos, le aporta una amplia experiencia vital y un conocimiento profundo de la sociedad. En este “vivir fotográfico”, dual, se descubre a sí mismo y nos descubre el mundo.
A través de su mirada podemos ver escenas cargadas de esa intensidad que sólo un ojo adiestrado, informado y sensible sabe captar. En los diversos contextos, en los que surge la noticia o en cualquier tema de su interés, establece relaciones visuales de una forma efectiva y sintética. Interrelaciona espacios, gentes, acontecimientos, detalles, emociones… que atienden, preferentemente a una intencionalidad informativa pero no exenta de una estética personal. Resuelve formalmente sus imágenes con composiciones nada complejas, pero con la precisión necesaria que exige el moverse en los escenarios efímeros de la noticia, en muchas ocasiones con condiciones de iluminación muy desfavorables. Como todo buen reportero es un todo terreno de la imagen… de la vida.
Su intuición y su instinto, en la acelerada actualidad, son capaces de decidir más rápido que la lentitud del pensamiento, pero cuando tiene la oportunidad de fotografiar más pausado su mirada se hace más reflexiva, aproximándose en un pensamiento lírico que se sumerge en la belleza.
AMANDO CASADO

MIRO Y MIRO Y NO ME CANSO DE OBSERVAR
Por SECUNDINO PÉREZ
Miro y miro y no me canso de observar. A veces, clic, otras la guardo en la memoria. Cuando era pequeño y tenía miedo salía a la calle. Ahora igual, pero con la cámara en la mano. Así me resulta más fácil acercarme al mundo. Trato de saber qué mueve a cada uno a ser como es.
El fotoperiodismo es mi manera de mostrar pequeños fragmentos de visión de la realidad, de mi realidad, de la que yo veo. Son fragmentos de memoria. Además todas las fotos necesitan texto de alguien que cuente lo que hay. Es un valor añadido. Cuando empecé éramos pocos en el negocio pero la cosa fue creciendo. Más medios, más cámaras y más formas de expresión. Ahora somos más libres de medios sometidos al poder y más sometidos por la rapidez de las redes, por la tiranía del clic, no de la cámara sino del medio digital. Las fotos inundan el mercado. El lenguaje universal de la imagen lo copa todo. Cada vez más, pero como en la escritura, todos sabemos escribir aunque pocos lo hacen como García Márquez. Y cada vez más.
Empecé en La Crónica junto a un grupo de periodistas soñadores de libertad. Me enseñaron a dibujar una página, a decidir qué foto meter, a ver cómo la publicidad te estropeaba una foto buena pero te daba de comer… Y me enseñaron a respetar el trabajo de los demás, de todos con los que trabajabas.
Una vez me preguntó uno si la serie de periodistas de la tele se parecía en algo. Y claro, lo único que aquí era al revés que en las películas en general. Aquí la realidad superaba con mucho a la ficción. Los amores rondaban los teletipos, los intereses de los ‘amos’ los despachos y todos los días te enterabas de algo que no podías contar…
Muchas vidas en una sola, es lo que he vivido con esta profesión. Un amigo se sorprendía de lo que se viajaba en un periódico de provincias. Podías ir una tarde a Riaño a ver cómo crecía el desconsuelo de lo que podía haber sido y no fue; y por la tarde coger un vuelo para estar una semana en Bruselas, viendo cómo vivían los que deciden por nosotros. Y a la vuelta, pasar por Barcelona pues unos de León inauguraban algo. Al poco los mineros. Siempre líos. Un vecino de León al que le dieron cinco tiros y sobrevivió gracias a un crucifijo de oro que pendía de su cuello y donde su cuñado, el que le dio los tiros, insertó las balas. Y así un día tras otro.
En las primeras vacaciones con coche propio marché hasta Turquía, con un mapa de gasolinera y siempre hacia el Este. Fantástico!! Venecia, Yugoslavia, Bulgaria Turquía… el año antes del la guerra de los Balcanes… parecía un viaje en el tiempo. Y luego de vuelta a Boñar, a un corro de lucha o a cubrir un tema para una agencia o revista de turno para pagar la vida.
Fue muy bonito mientras duró. Llegó Internet y todo lo cambió. Me sigue gustando contar historias con mis fotos más que nunca, ahora aquí en León con LEONLIFE, una marca que tengo registrada, para contar la Vida de León, de la misma forma que la revista LIFE contó la vida de los americanos en imágenes. Un proyecto que compagino con la corresponsalía de Europa Press en León.
Esta selección de fotos viaja de la mano del ILC junto otra serie de fotos de mi colega, amigo y maestro Mauricio Peña. Es una muestra de nuestro León. Un estudio antropológico de nuestro maravilloso León.







