La galería Ármaga presenta, este sábado 18 de diciembre de 2021, de 12 a 14 horas, su nueva exposición, «Breviario del harén», conformada por las fotografías en forma de rayogramas que ilustran el libro homónimo de Casimiro Martinferre.
La galería cumplirá en todo momento con las medidas de seguridad e higiene pertinentes dada la situación actual (uso de mascarilla, limitación de aforo, limpieza y desinfección…), para que el público y los coleccionistas puedan seguir disfrutando del contacto directo con las obras de arte.
Por MARTINFERRE
Estreno esta exposición en Ármaga, lo cual considero un privilegio. Muestro en ella algunas de las fotografías que ilustran mi libro Breviario del harén, editado por Lobo Sapiens. Ya va siendo norma preocupante el que unas veces escriba inspirándome en una imagen recién salida del revelador, mientras que en otras en cambio modele un retrato basándome en el relato. De cualquier forma, el asunto llevaba mucho tiempo tangueándome la cabeza, demasiado. A trancas y barrancas salió adelante. Por fin lo sacudí de encima y puedo respirar tranquilo. O no, quizás sea ahora cuando empiecen los problemas.
Las fotografías, positivadas en gelatina de plata sobre papel baritado no plastificado, técnicamente son rayogramas, método inventado por el genial Man Ray en 1922. Esto es: no hay negativo que llevar a la ampliadora. Las danzarinas y el resto de personajes que pululan por la novela fueron compuestos a partir de mi propia costilla más un pedazo de celofán que se sitúa encima del papel sensible. Unas pocas, procesadas en mate, las he iluminado con lápices de colores.
Este trabajo literario-fotográfico es, según el frenólogo, consecuencia de lesiones cerebrales recurrentes, o como mínimo es consecuencia de un fetichismo arrinconado en lo profundo del subconsciente que de pronto hubiera despertado. En principio, el protagonista va creando tales hermosas hadas para su exclusivo deleite, pero pronto se corromperá en favor de terceros. Descubrirá entonces la soledad que conlleva la profesión de chulo, y descubrirá que en el fondo un artista respecto a su obra no es más que eso, un chuloputas.
