
Con el título “Con mirada de muyer” arrancan este viernes 3 de febrero las jornadas culturales “Calechos d’iviernu”, organizadas por el Ayuntamiento de León y la Asociación Cultural Faceira. El programa de esta nueva edición está dedicado a la mujer e incluye tres conferencias y una charla concierto, coordinadas por José Ignacio Suárez García. Se celebrarán los viernes a las 19:30 horas, en el Palacio del Conde Luna.
Este año las jornadas “Calechos d’iviernu” tienen como eje temático la mujer en León y su papel en la historia, en la arquitectura tradicional y en la trasmisión de la música de tradición oral. Además, en esta edición no solo rinden homenaje a esta costumbre, sino que intentando aunar entretenimiento y educación, tratan de poner en valor y difundir una parte del enorme patrimonio cultural leonés a través de tres conferencias y una charla-concierto que serán protagonizadas por siete mujeres leonesas.
La programación arranca este viernes día 3 con la conferencia de Beatriz Blanco “Los últimos faisanes”. La segunda sesión, el 10 de febrero, correrá a cargo de Teresa García Montes con la charla “Espacios femeninos na arquitectura tradicional llionesa”. Y la tercera, “Muyeres na historia de Llión” la impartirá Miryan Rodríguez San José el 17 de febrero.
El ciclo se cerrará el viernes 24 con la charla-concierto de Carmen Marentes, Yolanda García, Amanda Álvarez y Laura Collar “La muyer y la tresmisión de la música de tradición oral”.
Toda las charlas están coordinadas por José Ignacio Suárez García.
La tradición de los calechos
Hay que destacar que el «calechu» era una reunión característica de los pueblos de la montaña noroccidental leonesa, concretamente en las comarcas de Ribas de Sil, Laciana, Babia, Omaña, Luna, Ordás y El Bierzo, donde se conoce con el nombre de «caleyu». A última hora de la tarde, se juntaban varios vecinos y/o familiares en la calle –si el tiempo lo permitía– o en la cocina de uno de ellos, con el propósito de pasar agradablemente un buen rato antes de cenar en las largas tardes de invierno, estación en la que había menos que hacer que en otras épocas del año. Parece ser que tanto la práctica como el término tienen su origen en las reuniones que se hacían antiguamente para distribuir los turnos de mantenimiento, cebado y guarda de las trampas para lobos, llamadas calechos, así como determinar otros pormenores relativos a ellas.
El calechu era esencialmente una tertulia en la cual se comunicaban las novedades de la vida diaria, aunque también podía jugarse a las cartas y contarse historias amenas, cuentos y acertijos, estos últimos dedicados especialmente a los más pequeños.