
El trío de improvisadoras ‘Molimo’ (Chefa Alonso, María Prado y Cova Villegas) actuará en el Festival Ellas Crean, el miércoles 20 de marzo, a las 18 horas. Y lo hará en cuarteto, con la poeta Marina Oural. Será en el salón de actos del Museo Arqueólogico Nacional, en Madrid (C/Serrano 13), con entrada libre hasta completar aforo.
‘Molimo’ es un trío formado por tres mujeres: la improvisadora, compositora, percusionista y docente gallega Chefa Alonso (saxo soprano, percusión menuda, kechapi), la chelista madrileña María Prado (violonchelo) y la cantante astur-leonesa Cova Villegas (voz y piano). En esta ocasión contarán con una artista invitada, la poeta gallega Marina Oural.
La actuación consistirá en una performance alrededor de textos del libro Improvisación libre, La composición en movimiento, de Chefa Alonso —reeditado por editorial Cántico en nueva versión ampliada—, y de otros textos poéticos de Marina Oural, Ugia Pedreira y algunos haikus de Chefa Alonso, que convertirán en piezas y miniaturas musicales.
¿Y qué significa la palabra Molimo? Molimo es la canción de la selva, es una música que cantan los bambuti en sus rituales. En ocasiones, se confunde con el sonido de los grillos, las ranas y las aves nocturnas; su sonido se funde con el del bosque. Es libre y misterioso, viene de lejos. Viaja por la selva, aparece y desaparece, sin dejarse nunca aprisionar.
En palabras del poeta Víctor M. Díez: “Cuando escucho Molimo, oigo un viento susurrante y un tricotar que viene de antiguo. Ellas me llevan a un bosque bajo el mar, donde la respiración es dulce y las ortigas besan. Molimo es yegua, es ola, es abalorio. Huellas de pies descalzos en la arena. Todo en ellas dice sol y sin embargo, Molimo es el frescor bajo la parra, el claro de luna reverberante, la ardora del mar, voces lejanas en el calor de la noche… Improvisad, improvisad, mis nunca tristes cigarras nocturnas”.
En palabras de la poeta Teresa Sebastián: «La música de este trío de improvisadoras se puede definir como un viaje sin miedo para crear texturas asimétricas y sugerentes. Entretejen delicados hilos y construyen madejas de vivos colores, donde no se escatima la aspereza, el contraste, la dulzura, la fuerza, la melancolía, la poesía. Lo que puede lograrse con una percusión cuidadosa, kechapi, saxo soprano, chelo, más todas las voces que por ahí se expresan, escogidas en viejos almacenes de palabras; su amplia gama de espectros”.
Un discurso sincero, risueño e inquieto. Cuatro voces, en esta ocasión, alerta, explorando, navegando libremente por nuevos caminos y territorios sonoros.
