‘Proyecto 43- 2’ encara el conflicto vasco en el festival Talent de Madrid

María San Miguel, codirectora del Proyecto 43-2. Foto: L.Fraile.
María San Miguel, codirectora del Proyecto 43-2. Foto: L.Fraile.

Por LAURA FRAILE
(www.ultimocero.com)

La compañía ‘Proyecto 43-2’, de la que forman parte los vallisoletanos María San Miguel (co-directora) y Pablo Rodríguez (actor), ha sido seleccionada para participar en el Festival Talent, que se celebrará a finales del mes de febrero en los madrileños Teatros del Canal. Allí representarán una obra que, con el mismo nombre que la agrupación teatral, refleja el conflicto del terrorismo vasco desde la perspectiva del día a día de sus víctimas, pero también desde el de otras personas involucradas como periodistas, partidos políticos o simpatizantes de la izquierda abertzale.

El nombre de la obra corresponde a las coordenadas geográficas del árbol de Gernika, símbolo de las libertades en el País Vasco, y es fruto de un largo proceso de investigación iniciado en otoño de 2010. Todo comenzó con la escritura de una tesina por parte de María San Miguel para un Master de Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid, en la que la periodista, actriz y co-directora de la obra decidió centrarse en el uso del teatro como herramienta pedagógica y para la recuperación de la memoria.

La parte práctica de esta tesina correspondió a la investigación para construir el texto de este espectáculo, en el que también ha participado Julio Provencio. Comenzó así un proceso en el que María fue entrevistando a diferentes personas vinculadas al conflicto para hablar del dolor sufrido en el País Vasco, región con la que mantiene un fuerte vínculo emocional.

«Me interesaba reflejar qué pasa en el día a día de alguien que sufre un atentado y cuya vida continúa tras haber sido reflejado en los periódicos y la televisión. Me interesaban los porqués«, explica María San Miguel. «Este proyecto ha sido una experiencia vital que me ha permitido crecer en todas las etapas: la creación, la investigación, la producción, la distribución… Me he encontrado con personas que se abrían muchísimo, que tenían una necesidad muy potente de hablar, desde los abertzales a las viudas. En total realicé una quincena de entrevistas, y de cada una tengo unas tres horas grabadas», añade su autora.

De todo este material nació un texto teatral escrito entre ella y Julio Provencio, que surgiría antes del anuncio del cese definitivo de la actividad armada de la banda. «En realidad es un texto elaborado. La realidad está ficcionalizada. Nos inspiramos en los relatos de las entrevistas, pero nunca volcamos el texto original», aclara María. El elenco de la obra está integrado por cinco personas entre las que se encuentran, además de María, Ruth Cabeza, Aurora Herrero, Txus Pellicer y Pablo Rodríguez.

Además ha colaborado Jorge Arribas, quien compuso e interpretó la parte musical del espectáculo. La obra cuenta la historia de una familia reunida a propósito del aniversario del asesinato del padre por parte de la ETA. A la viuda, el hijo y la hija se unen dos amigos de los hermanos, cada uno con una manera distinta de enfrentarse al conflicto: la que representa a los que miran para otro lado y la de la izquierda abertzale. «Nosotros documentamos con un docu-drama qué pasa cuando todos ellos se encuentran en una fecha especial. La única forma que la sociedad tiene de seguir caminando tras el horror es sentándose a hablar en la mesa», señala María. De hecho, una parte fundamental de la obra muestra a los actores preparando un marmitako, metáfora de que algo «se está cocinando».

Tras dos meses de ensayo en Madrid, el preestreno llegaría en el mes de enero del pasado año. Éste se realizó en el LAVA, donde el equipo había participado en una residencia artística. A las dos semanas se estrenaría oficialmente en Alcalá de Henares gracias al apoyo de la Fundación Rodolfo Benito Samaniego, organización surgida a raíz del 11M para el fomento de la paz. Posteriormente, las dificultades para exhibir la obra por falta de contrataciones conformaría con mayor solidez la segunda pata del proyecto, ésta de carácter pedagógico. A partir de la premisa del uso del teatro como herramienta para la convivencia y la reflexión, se iniciaron una serie de coloquios y talleres teatrales en torno a la obra hasta que llegó la ocasión de poder estrenarla en el País Vasco. «Para mí era esencial emocionalmente hablando poder estrenar en Euskadi, pero no lo conseguimos hasta diciembre del 2012».

Durante una semana actuaron en la Universidad de Deusto, Baracaldo y Eibar. Tras la obra continuaban con su proyecto pedagógico a partir de coloquios con los espectadores. «Al principio costaba romper el hielo, pero cuando lo hacían no había fin. A veces se olvidaban de que el equipo artístico estaba allí y empezaban a dialogar entre ellos», comenta María. Tras la selección de la obra para el Festival Talent, que durante el mes de febrero les permitirá mostrar parte del espectáculo a gente de la industria de las artes escénicas, a mediados de ese mes tienen previsto estrenarla en la fábrica de creación escénica Kubik Fabrik de Madrid. También tienen intención de volver a representarla tanto en el País Vasco como en Valladolid y continuar desarrollando el proyecto pedagógico.

Además, María San Miguel iniciará a partir de septiembre un nuevo proyecto junto a Luis Moreno que continuará en la línea de trabajo del uso del teatro como herramienta para la construcción social, entendido como forma para sacar a la luz los dolores cotidianos.

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