«Eli Tolaretxipi: valentía, quizá insensatez, apuesta y riesgo extremos»

Eli Tolaretxipi. © Foto: Morella Muñoz – Tebar T.

El pasado 17 de noviembre, la escritora Eli Tolaretxipi protagonizó una lectura de poemas en la Fundación Segundo y Santiago Montes de Valladolid. La acompañó el escritor vallisoletano Luis Marigómez, de quien reproducimos el texto que leyó como presentación de la poeta y traductora vasca y, más abajo, dos poemas de su libro «Edgar»:

  • Lectura de poemas de ELI TOLARETXIPI
    Fundación Segundo y Santiago Montes (Valladolid)
    17 de  noviembre de 2017                                                                                          

Por LUIS MARIGÓMEZ

Ha publicado cinco poemarios: Amor muerto, naturaleza muerta (1999); Los lazos del número (2003); El especulador (2010); Edgar (2013) e Incidental (2017). Ha traducido entre otros poetas, a Sylvia Plath, Elizabeth Bishop, Patti Smith, Itxaro Borda, Aurelia Arkotxa, Blas de Otero y Menna Elfyn. Acaba de publicar Amplitude/Amplitud, una antología de poemas de la escritora norteamericana Tess Gallagher. Ha sido traducida al francés, inglés e italiano y aparece en diversas antologías. Reconoce además influencias de Emily Dickinson, René Char, Denise Levertov, Alejandra Pizarnik y Marguerite Duras.

“Para mí la poesía es detención, separación, vivisección. Una acción de aislamiento que bien puede haber sido propiciada por el caos, por alguna explosión. Un modo de conocimiento que se acerca a mi idea de verdad o de «lo real». Una tierra de palabras en la que escarbo para encontrar lo que busco, recorrido por laberintos donde siempre tengo que encontrar algo, una manera de decir algo que sería imposible decir de otra manera.”

“Detención, separación, vivisección”, método científico pormenorizado, análisis tras sufrir una sacudida, experimento; “conocimiento”; “lo real”, aquello que Lacan define como lo insoportable. Sus propósitos se relacionan con lo filosófico: “mi idea de verdad”. Y lo más importante “una manera de decir algo que sería imposible decir de otra manera”. La poesía genera formas propias, insustituibles. Se podrían añadir más términos para tratar de explicar lo que hace Eli Tolaretxipi: valentía, quizá insensatez, apuesta y riesgo extremos.

Es una poesía que apenas usa adjetivos y sin demasiados verbos, podría catalogarse como seca, pero nunca fría. El cuerpo, la vida, es su corazón, lo que la impulsa.

Voy a hablar de sus dos últimos libros, Edgar e Incidental.

Edgar es Edgar Allan Poe, Tolaretxipi atiende a sus personajes femeninos (Morella, Annabel Lee, Berenice…), que seducen y aterran, a la atmósfera, al pavor que produce su obra. Se sumerge en ese cosmos lleno de amenazas, deseos (“el deseo del deseo, lento, / interminable”) y sensaciones extremas, y respira la materia densa que lo habita. «-la vida es espesa-». Los sueños, igual que en sus otros libros, están integrados en la mirada, al mismo nivel. («Atraviesa el túnel /que separa los mundos / (…) borra la línea / abre el hueco / mira la extensión») Amor y libertad como paradigmas; entretanto, en el viaje, aparecen dolor, miedo, goce, vértigo. «Lo primero que pierdo al caer / en el pozo es la sintaxis.» Son versos sin adornos, pulidos hasta el extremo, casi hasta el hueso y, sin embargo, llenos de carne, (rostro, boca, cuello, riñones, estómago, espalda, ingles, muslos…). Surgen de una mirada fotográfica (cámara oscura, obturador) que traspasa lo aparente, lo circunstancial, y, en busca de la médula, atraviesa el horror, «agua negra / aire envenenado». Edgar es un tránsito, una investigación llena de intensidad, son preguntas que se abren a otras preguntas, y se adentran en un magma peligroso. «Los labios, oscuros, concentrados en lo que aún no ha llegado.» «(…) la sangre / la tinta / las lágrimas». Pero, a pesar de los azares, de las pérdidas, en la aceptación de lo oscuro, hay luz al final del camino. «La vista se abre y florece.»

«Incidental, como la música con la que da comienzo una película o una obra teatral, pero ¿dónde se encontraría la música? Incidental, como un hecho menor, accesorio ¿de qué objeto o hecho de mayor alcance o trascendencia?
El título multiplica el poder de una ausencia siempre interrogada en la poesía de Eli Tolaretxipi.» (Menchu Gutiérrez)

Cuatro partes. ‘Incidental’ es la segunda, tras ‘Depósito’, colocada por orden alfabético. Siempre hay un orden estricto en los libros de Tolaretxipi. El mundo de los sueños es aquí –aún más- predominante. La dualidad, mirada al exterior y al interior. El mar rodea todo, y lo humedece, lo cubre con su pátina. Se habla de hilos y de cielos, hebras de lana, aire… «Hay partículas que no construyen. / Invisibles, crean armonía, movimiento, música, / dicen algo de ambos lados.» La vigilia y el sueño. La poeta está interesada en esos espacios intermedios, esas partículas que expresan dualidad. Los poemas se interrelacionan, los sustantivos agua, hilos, túneles, mar, gatos, hierba, puertas…aparecen una y otra vez, conforman un tejido, una unidad. Hay un sentimiento incómodo a lo largo del libro. «No es dolor. Es malestar.»

En la última parte, ‘Sudor de espejo’ hay un poema que hace de poética. Es un género que la autora cultiva a menudo. Necesita explicarse una y otra vez lo que hace. «En el trozo de papel /revive o enloquece. / La escritura se evapora y regresa / cada vez que se calienta el cristal. / Persiste la sequedad / incluso en el agua. / Las palabras se arremolinan / en el papel, en el reflejo. //(…) Se escribe la mutación con el vapor.» Es como si el proceso de la construcción del poema consistiera en hervir agua, o palabras, y tratar de recuperar algo del vapor que se produce. Una última pista, del último texto del libro expresa cierta decepción, para el lector y para la autora: «Se escabulle quien escribe / se refugia sin detenerse en lugares que se escapan.» Es como si no hubiera cumplido del todo con su propósito. Queda una insatisfacción que quizá se resuelva en la próxima entrega. Continuará

A lo largo de sus cinco libros, la poeta ha conformado un espacio propio, incómodo, a menudo oscuro, lleno de enigmas que surgen de elementos cotidianos, que, en vez de repeler, atrae, y propone al lector adentrarse en un misterio peligroso, fascinante.

“-Llegar al límite del significado de las palabras y buscar nuevas formas de decir tal vez lo mismo que los poetas de todos los tiempos han dicho. No está lejos de la idea romántica de poesía como belleza y verdad, pero sí lejos de la idea de poesía como expresión complaciente y placentera. La poesía debe «producirse» en un punto cercano a la conmoción. Lo ideal es leer, escribir poemas que iluminen, que golpeen, que hieran (…).”

Fotografía: Luis Marigómez.

:: Dos poemas del libro «Edgar», de Eli Tolaretxipi

Dolor

Pain has an element of blank… 
Emily Dickinson

 Lo primero que pierdo al caer
en el pozo es la sintaxis.
Sólo palabras sueltas
como dolor o visión de herida.
magulladura, arañazo, imposibilidad de
saber si antes, o
si la marca es el recuerdo
de algo. La hinchazón oculta
por el pelo podría parecer irrisoria, patética, evitable.
Y qué me dices del ruido.
Será que el agua hierve o son aplausos, el agua o
un piano que imita los músculos
del mar, sus hombros, los brazos,
las manos que apartan la densidad.

No Dolor

La mano abierta
presiona el muro
detiene la hemorragia.
Una luz la oscurece
le quema los bordes.
El destino se pierde
en las rayas asimétricas
en la disposición desigual
de las manchas.
Hay cierta fluidez
parecida a la felicidad.
Un magnetismo distante como
una cura de deseo que se resiste.

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