Mona Hatoum, más preguntas que respuestas

La artista libanesa en el exilio Mona Hatoum (Beirut, 1952) llega a «Mujeres con arte», la sección desde la que el periodista con raíces asturianas Gerardo López López –uno de los promotores del proyecto #Néxodos– comparte su mirada sobre mujeres creadoras que le interesan…

MONA HATOUM, MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS

Por GERARDO LÓPEZ LÓPEZ
→ @gerloplop

Mona Hatoum. «T42».

La segunda de las creadoras de esta serie es la libanesa Mona Hatoum, cuyo trabajo me apasiona por diversas razones, pero sobre todo por su capacidad para convertir algo cotidiano, confortable, en incómodo, peligroso e incluso amenazante. Otro de los aspectos por los que más me atrae esta artista multidisciplinar, es por el uso en su poética visual de mapas y cartografías como material artístico para trabajar asuntos como la fragilidad y subjetividad de las fronteras, los conflictos territoriales, la relación de espacio/tiempo, el exilio y los intercambios culturales.

Mona Hatoum (Beirut, 1952) nació ya como exiliada puesto que su familia había tenido que salir de Palestina, de la ciudad de Haifa concretamente, huyendo de la violencia. Durante un viaje de estudios a Londres en 1975, estalló la guerra civil en el Líbano lo que provocó que se instalase en la capital británica de forma indefinida. Esta situación la lleva a experimentar la vida del exilio, de la búsqueda de refugio y del extrañamiento cultural y social que eso provoca, convirtiéndolo en uno de los motores conceptuales y políticos de su actividad artística.

Una obra de Mona Hatoum.

La producción de Mona Hatoum abarca muchas disciplinas, algunas como la performance o la videocreación, las practicó sobre todo en sus primeros años, y otras como la escultura o la instalación la han acompañado a lo largo de toda su carrera. Las esculturas de gran formato son quizá las obras que más visibilidad le han otorgado y que la han convertido en una referencia clave en el arte contemporáneo. Siempre aborda temas “políticos” y graves, pero no exentos de cierto sentido del humor, en ocasiones más bien negro, y aunque suelen ser simples, sencillas desde el punto de vista plástico, el concepto no se revela con facilidad. Ella misma afirmaba en una entrevista en el programa Metrópoli de TVE, que “si miras una obra y la mente descifra rápidamente lo que significa, entonces te alejas y la olvidas, al contrario que con una obra que plantea más preguntas que respuestas…”.

Mona Hatoum. «Home Bound».

Cierto surrealismo está muy presente en el trabajo de Mona Hatoum, que considera este movimiento como su punto de entrada en el mundo del arte, y por lo general utiliza en sus instalaciones elementos domésticos, muebles y todo tipo de objetos familiares a los que dota de una nueva dimensión que los vuelve peligrosos y desafiantes. Por ejemplo, en las instalaciones “Electrified” y “Homebound”, compuestas por una serie de instrumentos de cocina atravesados por corriente eléctrica y dispuestos sobre una mesa, se convierte en una especie de encimera doméstica que podría matarte con solo tocarla.

Mona Hatoum. «Electrified».

Estas piezas, como todas las suyas, pueden tener muchas interpretaciones tal y como señala la artista en una entrevista con Fietta Jarque en El País en el año 2010, “estos trabajos pueden ser interpretados de muchas maneras. Pueden ser vistos como una instalación sobre violencia doméstica, o sobre una sensación de encierro para las mujeres, atrapadas en casa, abrumadas por las tareas y por el cuidado de sus hijos, que también pueden despertar en ellas ideas homicidas. Todos tenemos contradicciones internas. Pero también puede ser vista como un trabajo sobre la patria negada…”, y es que es precisamente esta riqueza y variedad de significados, uno de los aspectos más destacados de la artista y que dotan a sus obras de tanto interés.

Mona Hatoum. «Present Tense».

Las cartografías son otra de los materiales artísticos muy presentes en el trabajo de Mona Hatoum que los define como “abstracciones del espacio y es fascinante cómo cada persona es capaz de proyectarse dentro de un mapa”. Su primera pieza relacionada con mapas fue “Present Tense” que parte de un mapa que refleja la repartición de Palestina fruto de los acuerdos de Oslo de 1993. Lo reproduce en una instalación que consta de una red de 2.200 bloques en forma de pastillas cuadradas de jabón de aceite de oliva, tradicional de la ciudad de Nablus, marcando las divisiones fronterizas entre Palestina e Israel con cuentas de cristal rojo incrustadas en el jabón. Quiere reflejar la violencia, el abuso de poder y la discriminación que se perpetra con el trazado político de este mapa y en realidad de cualquier mapa. Desde este momento los mapas constituyen una herramienta muy importante en la construcción del relato de la artista.

Mona Hatoum. «3-D Cities».

Otro ejemplo de este uso es la obra “3-D Cities” que está formada tres mapas impresos de las ciudades de Beirut, Bagdad y Kabul actuales, con cortes geométricos que forman depresiones y elevaciones en el papel. Tal y como señala el historiador del arte Toni Simó “los mapas muestran tres ciudades geográficamente conectadas con la guerra y la destrucción, con zonas políticamente estratégicas. 3-D Cities es una representación entrelazada del tiempo-espacio, de las geografías de estas ciudades, ya que incorpora las memorias colectivas recientes de ciudades desestructuradas, interrumpidas en su evolución cotidiana debido a la violencia, a la separación de sus comunidades y a las marcas y heridas físicas que han sufrido en recientes conflictos bélicos”.

Mona Hatoum. «Hot Spot».

En la exposición Le Grand Mond, celebrada en la Fundación Botín en 2010 y que constituyó una de las más importantes de la artista en nuestro país, había varios ejemplos más de mapas que se nutren, como diría Deleuze, de las intensidades de los afectos, pero destaca sobre todos una gran pieza tridimensional, “Hot Spot”, una gran jaula redonda sobre la que se delinean los contornos del mundo en neón rojo. Con este “dibujo incandescente” trata de reflejar el mundo como una gran área de conflicto, no quiere señalar unos puntos determinados como conflictivos sino al mundo entero que sufre tensiones políticas, sociales y económicas es una zona de conflicto. Es una pieza muy potente y de una extraordinaria actualidad en estos momentos en que vivimos una crisis global como no se ha conocido en nuestra historia y que afecta a todo el planeta.

Mona Hatoum. «Huis Closs».

Otra pieza de gran actualidad y que se puede ver en Salamanca ya que forma parte de la colección permanente del DA2, consiste en una pieza elaborada site specific para una exposición de la artista en el verano del 2002. Se trata de “Huis closs”, una puerta giratoria realizada con las puertas de las celdas de la antigua cárcel y tiene la peculiaridad de que se trata de una puerta sin salida, te introduces en ella y vuelves al punto de partida. No es la primera vez que la artista habla de encierro y de reclusión en su trabajo, pero seguramente ahora esta pieza esté cargada de un dramático significado para todas y todos.

Mona Hatoum.

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