
Por CAMINO SAYAGO
El Domus Artium DA2 de Salamanca acoge hasta el 27 de septiembre la exposición ‘De forma estándar’, de Lara Ruiz (Luxemburgo, 1986). Una muestra en la que la artista exhibe una selección de sus piezas más recientes. Entre ellas una colección de 39 dibujos, seis piezas con carácter más escultórico y cinco pictóricas, además de dos instalaciones creadas específicamente para este espacio. Los tubos estandarizados de PVC, el soporte que utiliza para crear su obra, adquiere todo el protagonismo y le permite transformar el espacio a la vez que reflexionar sobre las posibilidades de la escultura expandida.
‘De forma estándar’ es como asegura la propia Lara Ruiz un proyecto visual a diferentes niveles, ya que a través de la exposición se puede recorrer todo su proceso creativo. Y es también, una versión más de su anterior trabajo ‘Construir-Deconstruir-Construir ‘(CDC). Una serie en la que el punto clave de su proceso constructivo reside en la transformación. Tal como señala su comisaria, Beatriz Pereira, “En CDC, las piezas se asocian mediante módulos que trazan una figura geométrica que está sujeta al cambio y la variación de sus formas, al montaje y al desmontaje; pueden aparecer como esculturas aisladas o pueden hacer del espacio su escenario particular, pues la propia sala actúa como soporte”.
– ‘De forma estándar’ es una exposición muy visual. En ella conviven varios espacios: el escultórico, el pictórico y también el arquitectónico. ¿La fórmula da continuidad a su última serie Construir-Deconstruir-Construir (CDC)?
– Efectivamente, en el año 2018 comencé una serie de ejercicios a los cuales no titulé de ninguna manera, pero se trataban de esculturas que construía, fotografiaba y posteriormente las convertía en otras, de tal manera que era una acción creativa retornable y de ahí que finalmente denominara esta serie como Construir-Deconstruir-Construir (CDC).
El proyecto es inagotable, no deja de crecer y en parte ello se debe al empleo de elementos estandarizados que se utilizan con objetivos alejados de su función principal.
El proyecto es en sí visual, a diferentes niveles, en la exposición se puede intuir todo el proceso productivo desde los dibujos hasta que llegan a convertirse en una pieza escultórica, pictórica, arquitectónica o todas a las vez.
– A partir de dibujos previos crea sus esculturas con formas estándar de tuberías. Son figuras geométricas de colores muy básicos y funcionan a nivel individual o bien como parte de un todo. ¿Es decisivo el espacio donde se albergan?
– Todas las piezas parten de dibujos que voy haciendo, algunos llegan a realizarse otros permanecen a la espera, en la mayoría hay un predominio de formas basadas en geometría y estas están directamente relacionadas con el material del que parte, la tubería doméstica.
A la hora de crear existen todas las opciones, es un trabajo muy mental y considero que por ello hay una parte poco previsible, a veces las ideas surgen de otras o de repente surgen composiciones sin referencia previa. Sin embargo, dentro de una exposición hay que prever la distribución de los espacios y es por ello que algunas deben adecuarse a un espacio, en estos casos suelen ser piezas site-specific, es decir, piezas creadas de manera específicas para ese lugar y posiblemente nunca más se instalen con posterioridad, pero sin embargo el proyecto tiene la capacidad de darles una segunda vida siendo piezas escultóricas más pequeñas.
– Además, en esta ocasión ha creado para DA2 dos instalaciones in situ, dos dibujos aéreos. Háblenos de ellas.
– Siempre que tengo opción de trabajar con las dimensiones del espacio lo hago, pues considero que el proyecto adquiere desarrollo y se comprenden mejor sus capacidades. Además vivimos una época que da valor a las experiencias inmersivas y en este caso las instalaciones, están cumpliendo este papel.
Según te adentras en la exposición te das cuentas que existen dos piezas predominantes por su tamaño y ubicación, son precisamente estas piezas creadas in situ. CDC 23, por ejemplo, es una pieza que juega con la columna central de la sala de exposiciones y el espacio comprendido entre el techo y el suelo, son dos heptágonos engarzados de igual forma pero diferente color. La posición frontal de la parte más clara genera una invitación a ser atravesado por el espectador, así lo he podido comprobar en alguna ocasión que me encontraba en la exposición.
En CDC 24 ocurre algo parecido, pero sin embargo, atrapa más la mirada, se trata como dices de un dibujo aéreo donde el recorrido del tubo nos plantea un circuito de miradas. Además esta pieza es habitable, se puede adentrar como en una especie de zona de juego.

– El concepto de transformación es decisivo en el proceso constructivo de su obra. Usted concluye que estandarización = transformación.
– En mi opinión siempre que haya una acción humana va a existir una necesidad de transformación de lo dado, en este caso, lo dado es estándar, se trata de subvertir el fin principal de su función y generar toda una serie de nuevos posibles, de base es un ejercicio de resistencia hacia lo inesperado.
– ¿Escultura expandida?
– Sí, muchas piezas las considero al límite de su propia etiqueta, de ahí que en algún momento las pueda denominar así.
– El material que utiliza como soporte de sus piezas es muy común, el PVC que se emplea para aislamiento y tuberías, ¿Lo ha elegido porque le ofrece muchas posibilidades, entre ellas adaptarse a un espacio concreto?
– Me fije en las tuberías porque funcionan como elementos modulares que puedes ensamblar y desmontar de manera múltiple. He probado opciones con otros materiales de la industria con carácter modular, pero de momento son las tuberías las que más se han adaptado a todo el proceso creativo, pues son muy versátiles.
– Según Rem Koolhaas este material ‘absorbe el espacio basura’ y lo transforma…
– Me llama mucho la atención las soluciones arquitectónicas más recientes, existe toda una corriente de pensadores y arquitectos que están reconduciendo la misión de los espacios y sus usos, me interesa mucho ver cómo la arquitectura se aproxima a otros campos de conocimiento y se propone buscar procedimientos constructivos basados en la sastrería u otras referencias menos pretenciosas.
– Entre el espíritu de la Bauhaus y la cultura pop, pasando por el minimalismo. ¿Sitúa en estos referentes su trabajo actual?
– Sí, estas influencias se encuentran en el germen de mi carrera y establecen unas bases. Siento que lo baña todo con una fina capa. Es difícil no identificar una imagen con una referencia anterior y personalmente pienso que estas tres se encuentran presentes.
– La exposición se complementa con ‘La forma común’, un taller digital, que forma parte de las actividades on line programadas. ¿Es una sugerente forma de implicar al espectador para que comprenda su propuesta?
– Nos hubiera gustado poder hacer un taller en que crear piezas escultóricas con el público y llevar allí materiales e involucrar en el proceso al público. Sin embargo, debido a las medidas de seguridad es una actividad aplazada, entonces, decidimos seguir pensando en una idea de taller que invitara al público a crear dentro del proceso de CDC y que no pusiera en riesgo su seguridad durante la pandemia por Covid-19, de ahí surge la idea de ‘La forma común’ un taller digital donde a través de preguntas de stories de Instagram el público pueda crear piezas a partir de elegir opciones de composición. Este taller se presenta en una versión experimental a finales de septiembre, el día 24, a través de las redes sociales del DA2 y de las mías: @da2domusartium2002/ @lararuiz_art.
– Combina docencia, creación y gestión cultural. Es muy activa, pero imagino que también le ha afectado la crisis sanitaria del Covid 19 ¿Qué proyectos tiene en marcha?
– Pues aparte de las cuestiones que se han podido anotar ya, efectivamente estoy marcada por la pandemia, supongo que como la mayoría. Todos los ámbitos se encuentran adaptados, es cuestión de supervivencia, pero la docencia es sin duda el ámbito más afectado de todos los que comparto.
Nada es igual y es difícil de adaptar porque la situación de cada alumno en el ámbito doméstico es distinta e ir al aula les ayuda a equiparar desigualdades, además el directo crea una comunicación más eficaz no solo para aportar contenidos sino para ser más empáticos o motivadores.
En gestión cultural pues afecta en todo lo que tiene que ver con organizar un evento que incluya a grupos de personas, pero quizás tiene más posibilidades de adaptación a través de las tecnologías, por ello los proyectos que actualmente estoy gestionando serán en formatos digitales, ello también abre una oportunidad a plantearse las cosas de otra manera.
Y quizás a la creación es a la que menos afecta, pues realmente mi dedicación a la producción artística ya se parecía a la “era Covid”, es decir, que se puede seguir trabajando con normalidad en el estudio todos los días sin riesgo.

:: Sobre Lara Ruiz
Lara Ruiz (Luxemburgo, 1986) es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y con Máster en Producción Artística por la Universidad Politécnica de Valencia. Realiza labores en gestión cultural en Zink Espacio Emergente y en el Máster en Evaluación y Gestión del Patrimonio Cultural como docente. Su obra ha podido verse en diferentes exposiciones y ha logrado distintos premios como el Taipei Art Fair en 2014 por la instalación “Underconstruction IV”, Taipei (Taiwán) o en 2019 como artista residente en Tabacalera Cantera. Además, ha recibido recientemente el Premio-adquisición XXII Edición Artes Plásticas Sala El Brocense.