La celebración de los 50 años del CCAN culmina con música en Espacio Vías

El Club Cultural y de Amigos de la Naturaleza (CCAN), que durante muchos años fue emblema de la contracultura en la capital leonesa, ha celebrado sus 50 años de vida con un programa lleno de actividades que se ha prolongado durante más de un mes en distintos espacios de la ciudad y otros lugares de la provincia.

El broche final se pondrá este viernes 11 de noviembre, a partir de las 16 horas, en Espacio Vías. A continuación, y a partir de las 18 horas, se podrá disfrutar de los conciertos de Edna Free, Los Positivos, The Skandalers y La Jari, además de los DJs residentes del CCAN. Entrada gratuita hasta completar aforo.

«Cumplimos 50 años y queremos celebrarlo y reencontrarnos con toda esa gente que, de cualquiera de las maneras, se siente o ha sentido cecanero y/o cecanera».

BREVE HISTORIA DEL CCAN… ¿UN BAR? ¿UN CLUB?

El CCAN se fundó como asociación sin ánimo de lucro en 1972 y en sus buenos tiempos llegó a ser más que una familia enorme, hasta que hace diez años, en 2012, el Ayuntamiento de León obligó a desalojar la que fue su sede durante tantos años, en la entrañable buhardilla en Puerta Castillo.

Desde el CCAN se ejerció oposición al régimen en el tardofranquismo, se contribuyó a la desfensa del patrimonio histórico-artístico de la provincia, se ejerció una oposición feroz al proyecto de instalar una central nuclear en Valencia de Don Juan… Pero el club fue también trampolín de creadores, germen de colectivos artísticos de todo tipo y generador de conciencia social.

Allí se reunieron durante muchos años colectivos feministas (como la Asociación Flora Tristán), ecologistas, antimilitaristas, sindicalistas, distintos colectivos de izquierda, pero también los Amigos de María, aficionados al cómic (la comicoteca del CCAN fue cedida hace años a la Universidad de León), junto con músicos, pintores, escritores, cineastas y creadores de todas las disciplinas. Durante muchos años, además, gentes de todos los pelajes pudieron disfrutar de un sinfín de actividades lúdicas y culturales autogestionadas y sentirse a gusto en el ambigú de una buhardilla que siempre estuvo abierta a la ciudad y al diálogo con la ciudad.

La buhardilla de Puerta Castillo no solo fue un punto de encuentro, sino que con el tiempo se produjo el encanto de la coexistencia de distintas generaciones. Pero el desalojo municipal de su sede, hace diez años, supuso una ruptura y un quiebro para su relevo generacional. También la dispersión de muchos de sus miembros más activos. Aunque ha habido intentos por encontrar una nueva sede, y una parte de la vieja guardia ha fundado lo que hoy es el Ateneo Varillas, a día de hoy lo que sobrevive, más que el CCAN, es el espíritu del viejo CCAN.

Su primer presidente fue Luis Sáenz de la Calzada, médico y humanista, intelectual, pintor, poeta y actor —formó parte de la compañía La Barraca, de Federico García Lorca—. El último, Giovanni Paolo Martinuzzi García, ‘Giovanni’, falleció de cáncer en plena pandemia de covid-19, hace algo más de dos años.

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