Manuel Sierra presenta en una exposición el fervor creativo del amanecer

Paisaje nevado con el carro rojo. Pintura de Manuel Sierra. Foto: Juan A. Berzal.

El pintor Manuel Sierra presenta sus últimas creaciones en la galería de arte Samuel de Valladolid, con el título Mientras va llegando la mañana. El artista leonés afincado en Simancas descubre al espectador uno de los momentos creativos más significativos de su trabajo pictórico que surge al comenzar el día.

Por ISAAC MACHO
Fotografías: JUAN A. BERZAL

Este pintor figurativo leonés recoge en esta muestra de la sala Samuel una amplia paleta formada por cuadros, motivos y colores que han formado parte de la pintura del artista desde hace tiempo y que aquí se presentan, de nuevo, casi todos en familia.

A través de colores fríos –azules, violetas, verdes– muestra al visitante luminosos lienzos en los que es fácil identificar sus argumentos permanentes, matizados con suaves pinceladas de colores calientes como es el caso de las cubiertas de las casas con teja árabe, roja.

Esa amalgama de pigmentos “muy señalados” producen una sensación de profundidad, en opinión del pintor, que “mete dentro del cuadro al espectador” y le sitúa sin darse cuenta en el valle, al lado del árbol, junto al poste de la luz, en la puerta de la casa, tumbado en la pradera, en las inmediaciones del agua o sentado a las faldas de la montaña.

Dos paisajes de Manuel Sierra. Foto: Juan A. Berzal.

“En esta exposición –admite Sierra– veo iconos, pintados con un estilo u otro a lo largo del tiempo, que están reunidos aquí y que serían los alféizares de las ventanas, el cuadro dentro del cuadro, el paisaje en el exterior, los infatigables pájaros, las mesas como objetos connotan y denotan, las camas y vuelven a aparecer las nubes” después de 25 años cuando, a finales de la década de los 90, las incorporara a una muestra itinerante organizada por la consejería de Cultura.

La nube, “como un elemento plástico, geográfico y atmosférico es una especie de andante que arroja sombra sobre la montaña que pasa o sobre otra nube que está detrás, que a veces entra en las habitaciones, que se posa encima de la cama o se sitúa sobre los paisajes… Nunca sabes si son piedras que flotan o nubles que pesan pero, en todo caso, es un elemento que constituye casi un tótem, un icono, con una carga poética muy grande, como si fueran criaturas…”, señala.

Aspecto general de ‘Mientras va llegando la mañana’, de Manuel Sierra, en la galería Samuel. Foto: Juan A. Berzal.

La reflexión del artista va más lejos. “Yo creo que todo lo que pinto, en el fondo, aspira a tener entidad propia… no lo sé, pero a lo mejor estoy aspirando, sin saberlo, a darles categoría de criaturas, de seres vivos, a los árboles, al agua, a los pájaros. Quizás, estoy estableciendo una dialéctica entre estos seres y quien los pinta y quien los ve. Igual la tarea del pintor es ejercer de introductor de embajadores y provocar que haya un diálogo” entre todas estas partes implicadas, apunta también.

Esas presentaciones, según las indicaciones de su autor, podían poner en relación a la cafetera con el mantel, con el paisaje, con los pájaros “que después de haber volado por cantidad de exposiciones y de cuadros vienen ahora a posarse en la cabecera de las camas, muchas veces, como mirando la maravilla de estar vivos”, concluye.

Cerezas en primer plano con el pueblo al fondo. Pintura de Manuel Sierra. Foto: Juan A. Berzal.

Mientras va llegando la mañana alude a ese “momento excepcional” en el que, “muy de mañana”, el creador leonés se levanta y se pone a pintar, leer o pensar en la pintura que viene, una referencia a las “tierras umbrías y húmedas del norte que se muestran con cielos de plata, un celaje a la hora de buscar un pigmento que me proporciona un horizonte muy lejano al rayar el día”.

Los despertares para este pintor le “traen la necesidad, la vocación, la necesidad de pelear la mañana, de conquistarla, de hacerte con ella y ganar tu sitio en la vida…” se reivindica el artista.

En la muestra con la que Manuel Sierra reabre la galería de arte Samuel incorpora lienzos que, por un lado, pueden considerarse independientes, pero, por otro, son como un paisaje continuo que parecen una misma pieza pictórica, aunque no siempre tengan el mismo registro de tonalidades.

Cuadros de la exposición ‘Leyendo esas hojas pequeñas que trae el aire’, la última exposición de Manuel Sierra en Puerto Chico. Foto: Juan A. Berzal.

La actividad de Manuel Sierra es incesante. Acaba de clausurar, el pasado 10 de diciembre, otra muestra en el espacio de Puerto Chico, de Valladolid, titulada Leyendo esas hojas pequeñas que trae el aire: 18 piezas de 19 x 24 cms y 3 verticales de 20 x 42. Una cabecera idéntica al trabajo que recoge una carpeta presentada en la librería Sandoval, con 45 ejemplares, y que se hace coincidir con el 50 aniversario de la esta histórica y comprometida librería de Valladolid.

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*La exposición Mientras va llegando la mañana puede verse en la galería de arte Samuel (C/ Miguel Íscar, 19 bajo, de Valldolid) hasta el 9 de enero. Horario: martes a viernes: 12-14 y de 19-21 horas; sábados: 12-14.

Objetos de uso cotidiano de Manuel Sierra. Foto: Juan A. Berzal.

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