‘Cape Cod’, un poema de George Santayana

George Santayana.

En TAM TAM PRESS retomamos la sección antológica “LOS POEMAS COLGADOS”*, con textos de poetas muertos escogidos por Ildefonso Rodríguez Eloísa Otero. El trigésimo cuarto autor que llega a esta sección es el pensador hispanoamericano George Santayana (Madrid, 1863-Roma, 1952), filósofo, novelista y poeta de vida errante y solitaria que dejó como legado una obra filosófica y ensayística colmada de inspirados análisis, marcada por el escepticismo y la racionalidad, pero también novelas, libros de memorias y un puñado de poemas.

George Santayana o Jorge Ruiz, como figura en su lápida en Roma (su verdadero nombre era Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás), nació en Madrid, pero creció y se formó en Boston (Estados Unidos), donde recibió su doctorado de Harvard, universidad en la que tuvo problemas para encajar y desde la que dio clase a autores como Conrad Aiken, T. S. Eliot, Robert Frost o Wallace Stevens.

En 1912, la herencia familiar le permitió dejar Estados Unidos para mudarse a Europa. Pudo así pasar el resto de su vida de manera desahogada, primero en París y Oxford y más tarde en Roma, donde hacia 1920 estableció su residencia (aunque era ateo, vivió muchos años en un convento de monjas católicas) hasta su fallecimiento. Durante sus cuarenta años en Europa escribió diecinueve libros y rechazó importantes puestos académicos.

Escribió todas sus obras en inglés, y quizá su cita más conocida sea: «Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo», tomada del primero de los cinco volúmenes de The Life of Reason (1905-1906), obra en la que relata el camino «imaginativo» por el que las culturas y sociedades han ido conformándose.

Otros títulos del filósofo Santayana son: The Sense of Beauty: Being the Outlines of Aesthetic Theory (1896), su primer libro y tal vez su mejor trabajo sobre estética, escrito en Estados Unidos—; The Realms of Being (4 vols., 1927–1940), su gran obra filosófica, en la que expone su ontología y su epistemología, o su brillante ensayo Three Philosophical Poets: Lucretius, Dante, Goethe (1910), en el que exploró a fondo el asunto del valor filosófico de la literatura.

Escribió además novelas y libros de memorias como The Last Puritan (1935), con el que alcanzó un gran éxito, y la autobiografía Persons and Places (1944). Pero, aunque llegó a ser portada de la revista Time (en febrero de 1936) y una figura intelectual de gran prestigio internacional, nunca encontró eco en su país natal.

Portada de la revista Time dedicada a Santayana (febrero, 1936).

«Cape Cod» («Cabo Cod») es tal vez el más hermoso de los escasos poemas que escribió, y se publicó por primera vez en su libro Sonetos y otros versos (Stone & Kimball, 1894).

La traducción al castellano es obra de José Beltrán, Manuel Garrido y Daniel Moreno (George Santayana: Materiales para una utopía. Antología de poemas y dos textos de filosofía [J. Beltrán, M. Garrido, D. Moreno, eds.]. Museu Valencià de la Il-lustraciò i de la Modernitat (MuVIM), Valencia, 2009).

:: Un poema de George Santayana

Cape Cod (Cabo Cod)

La baja y arenosa playa y el pino enano,
la bahía y la larga línea del horizonte.
¡Qué lejos yo de casa!

La sal y el olor de sal del aire del océano
y las redondas piedras que pule la marea.
¿Cuándo arribará el barco?

Los vestigios quemados, rotos, carbonizados,
y la profunda huella dejada por la rueda.
¿Por qué es tan viejo el mundo?

Las olas cabrilleantes y el cielo inmenso y gris
surcado por las lentas gaviotas y los cuervos.
¿Dónde están los muertos?

El delicado sauce doblado hacia el fangal,
el gran casco podrido y los flotantes troncos.
¡La vida trae la pena!

Y entre pinos oscuros y por la orilla lisa
el viento fustigando. El viento, ¡siempre el viento!
¿Qué será de nosotros?

* * *

‘Cape Cod Morning’, una pintura de Edward Hopper.

The low sandy beach and the thin scrub pine,
The wide reach of bay and the long sky line,—
O, I am sick for home!

The salt, salt smell of the thick sea air,
And the smooth round stones that the ebbtides wear,—
When will the good ship come?

The wretched stumps all charred and burned,
And the deep soft rut where the cartwheel turned,—
Why is the world so old?

The lapping wave, and the broad gray sky
Where the cawing crows and the slow gulls fly,
Where are the dead untold?

The thin, slant willows by the flooded bog,
The huge stranded hulk and the floating log,
Sorrow with life began!

And among the dark pines, and along the flat shore,
O the wind, and the wind, for evermore!
What will become of man?

Placa en la madrileña calle San Bernardo, a la altura del número 67, donde se recuerda el lugar donde se ubicó la casa natal de George Santayana.

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“LOS POEMAS COLGADOS”

NOTA de Eloísa Otero e Ildefonso Rodríguez: Esta sección quiere ser una Miniantología (que puede alargarse hasta donde nos den las fuerzas y las ganas). Un doble criterio nos guiará: El primero, serán poemas que los autores no podrían colgar por sí mismos, por ser ya de aquellos que Joyce sin más llamó fantasmas (“… alguien que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres”). O por decirlo con Quevedo, en nuestra Miniantología viviremos “en conversación con los difuntos”. Y segundo: nuestros propios gustos, que ojalá sepan recoger el hermoso Babel de la poesía, la Gran Republicana.

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