Un triste adiós para La Crónica

Trabajadores de La Cróncia, tras la rueda de prensa ofrecida este viernes. Fotografía de Sergio Jorge
Trabajadores de La Crónica, tras la rueda de prensa ofrecida este viernes. Fotografía de Sergio Jorge

Por SERGIO JORGE

Cuando los 14 trabajadores de La Crónica de León se pusieron frente a la puerta para ser fotografiados tal y como se aprecia sobre estas líneas, hubo aplausos. Y también lágrimas. No ha llegado el último día, el fatídico 31 de julio, en el que saldrá el último ejemplar del rotativo que nació hace 27 años. Tampoco el 30 de julio, la última jornada de estos profesionales que han peleado por el periódico más de lo que el dueño merece. Pero la rueda de prensa que ofrecieron este viernes sirvió para despedirse, para dar el último adiós en «un día muy triste para la provincia de León», como destacó uno de sus periodistas más veteranos, José Javier Porras.

Fue él el que puso palabras a lo que se lleva cociendo en el rotativo propiedad de José Martínez Núñez, que este mes de julio entró en preconcurso de acreedores y donde recientemente se anunció un ERE de extinción para toda su plantilla. «Desde el año 2009 la insolvencia de La Crónica era manifiesta, a pesar de los intentos de los trabajadores por cambiar la situación», señaló, destacando que la «penosa gestión de la propiedad y la desidia de la dirección» fueron el detonante para que a partir del 1 de agosto sólo haya un periódico en papel en León, el Diario.

Esto conlleva, como recordó Porras, «la falta de pluralidad informativa y de libertad de expresión«, algo que tampoco han querido atajar las instituciones, que «no han tenido la delicadeza de alzar la voz para evitarlo».

Los problemas de La Crónica empezaron en 2009, cuando se produjo el primer ERE, que entonces fue temporal y terminó convirtiéndose en extinción. Antes, se habían producido varios despidos y no renovaciones pese a que el periódico había renacido el 1 de abril de 2008 tras finiquitar su compromiso con El Mundo.

«Desde 2009 se ha perdido más de la mitad de la plantilla, a lo que se añade la congelación de los salarios desde 2007 y el retraso en los pagos de las nóminas». De hecho, Porras recordó que actualmente se deben siete extras y tres nóminas a los 38 trabajadores que aún forman parte de la plantilla, aunque algunos se desvincularon recientemente después de ganar sus demandas judiciales por impagos. «Lo último que se pagó a los trabajadores fue el mes de abril. La situación se ha hecho insostenible», se lamentó el también delegado sindical por UGT.

Una situación que llevó a la plantilla a convocar una huelga el pasado mes de diciembre, «secundada masivamente por los trabajadores», tal y como recordó. «Creo que no ha pasado nunca en este país que durante tres días no salga un periódico y no pase absolutamente nada, lo que dice mucho de la propiedad», aseveró.

Porras también aseguró que «no es que La Crónica vaya a cerrar el 31, es que la han dejado morir su propiedad y la dirección por la mala gestión que ha habido«. Una de las claves, según el periodista, es que el rotativo «al final ha sido dependiente de las ayudas de las instituciones públicas, con todo lo que eso conlleva en esta profesión».

Por este motivo lanzó sus críticas al dueño del periódico y al modelo empresarial que él representa. «Es un reflejo de la cultura del ladrillo, de los empresarios que se aprovecharon de la burbuja inmobiliaria para entrar en tropel en los medios de comunicación«. «Ahora hay 38 personas que se quedan en la calle y las alternativas que hay son nulas», añadió, consciente de la precariedad del sector.

«Hay que denunciar la situación de la prensa en general. Hay compañeros que están trabajando por cuenta propia, y que si pagan autónomos no les queda ni para comer», explicó el periodista, representante de toda la plantilla. «Es algo que quería denunciar, porque a nosotros nos ha tocado escribir de las dificultades de todo el mundo, profesores, funcionarios, mineros, pero nadie escribe de las nuestras«, añadió.

También resaltó que «se ha comprobado que es proporcionalmente el sector más afectado por la crisis, aparte de la construcción«, y alertó de que es posible que no sea el último medio en cerrar, pese a que sólo en Castilla y León han desaparecido ocho cabeceras, dos de ellas en León, ya que hace año y medio dejó de imprimirse la edición local de El Mundo. «Ahí está la situación que están viviendo muchos digitales, incluso en los medios que mejor les puede ir no hay más que reducciones salariales y laborales o prejubilaciones», apuntó.

Pesimista respecto a la posibilidad de que otro empresario pueda hacerse con La Crónica, Porras recordó que las dos sociedades dueñas del periódico, Propelesa y Central Leonesa de Impresión, tienen una importante deuda «que no ha podido ser clarificada«. No en vano, Martínez Núñez era dueño de Teconsa cuando esta constructora fue incluida en la trama Gürtel y el empresario imputado, de ahí que la oscuridad en las cuentas sea la nota dominante. Además, la cabecera está embargada por una vieja deuda con Unidad Editorial, editora de El Mundo.

José Javier Porras, durante la rueda de prensa ofrecida este viernes. Fotografía de Sandra Charro
José Javier Porras, durante la rueda de prensa ofrecida este viernes. Fotografía de Sandra Charro

«Hace tres años ya se sabía que La Crónica tenía un problema de insolvencia, y la Ley es muy clara para eso», explicó el secretario general de FSC de CCOO en León, Xosepe Vega, quien recordó que «Propelesa no ha presentado la solicitud de preconcurso de acreedores hasta julio de este año. La otra todavía no la ha solicitado».

«Esto lo tiene que saber la gente, porque aquí hay responsabilidad que en un momento dado puede calificarse no sólo laboral, sino algo más«, añadió el dirigente sindical, para el que «en esta situación, el futuro de La Crónica de León queda cercenado». «No sólo por la mala gestión, sino por la responsabilidad judicial de los administradores, que impiden que pueda haber otro proyecto de futuro», puntualizó.

Vega resaltó el buen hacer de los empleados del rotativo porque «han sabido mantener un periódico en unas condiciones lamentables durante más de tres años, con la mitad de la plantilla», por lo que destacó que se trata de «un fracaso triunfal», ya que «es un fracaso del modelo y por la nefasta gestión de la dirección, pero triunfo porque son unos profesionales absolutamente asombrosos«.

«La gente de León no puede prescindir de un medio más», añadió el secretario general de FES UGT de León, Enrique Reguero. Por eso pidió «a todas las instituciones, grupos políticos y grupos empresariales que se hagan eco y puedan comprar o mantener la cabecera«.

Lo que sí es casi seguro es que a partir del 1 de agosto ya no es podrá leer La Crónica. Eso conlleva que ya nadie podrá asombrarse con las fotografías de la última página de Mauricio Peña. También dejar de conocer las últimas andanzas de El Tumbao o los reportajes de los personajes más increíbles de la provincia con Fulgencio Fernández; el suspicaz análisis de la realidad que cada domingo hacía David Rubio; o el mejor cine de la mano de Joaquín Revuelta. Los leoneses tampoco podrán informarse de la manera más veraz y fiable posible con periodistas como el propio J.J. Porras, además de Alfonso MartínezJorge CalladoMarian GarcíaAlicia Torres o César F. Buitrón.

6 Comments

  1. No por tantas veces anunciado resulta menos importante el adiós de la Crónica de León. Muy completa la disección que hizo J.J. Porras de la trayectoria del periódico en los tres últimos y dramáticos años. Es grave, en muchos sentidos, la pérdida de un periódico que nacía allá por los principios de 1986, fundamentalmente por el enfrentamiento personal de Martínez Núñez y su cohorte de amigos y empresarios, frente a Servando Torío, por entonces propietario de El Diario de León. Siempre es bueno hacer memoria. De entonces a ahora, un sinfín de vicisitudes, con el ladrillo y sus misterios siempre presentes. Ya decía hace poco el dibujante El Roto la peligrosísma deriva que, para la democracia, supone que desaparezcan periódicos de papel. Y esta claro que hay un empeño generalizado en que eso sea así. Será más fácil entonces la intoxicación y el adoctrinamiento con el imperio de internet, twiter, facebook, …con el periodismo de todos y de ninguno.

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  2. Ni tampoco se podrá leer en El Bierzo informaciones de Paco Labarga, Diana Martínez, Javi Santiago, Sheila Brey ni Ana Rosalina López… Ni harán su trabajo maquetistas, comerciales, el personal administrativo…

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  3. Que lamentable noticia la que acabo de leer, no hace mucho que tuve la dicha de conocer la incomparable ciudad de León (hace poco mas de un mes), donde pude conocer su gente, sus raíces, sus costumbres y ahora me encuentro con esta tan triste noticia y por eso me pregunto; como es que se puede declarar en quiebra un periódico que es lo único que genera testimonio de los hechos que en verdad están ocurriendo. Esto genera una incertidumbre en la población ya que las noticias pueden venir de un angulo indirecto y muy poco claro para la ciudadanía. Yo creo que aún hay fuerzas y esperanzas para continuar, ánimo que se puede. Son los deseos mas sinceros de una mujer Chilena que conoció ese lugar maravilloso.

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  4. Como periodista, no puedo dejar de lamentar la pérdida de tantos puestos de trabajo, pero por encima de eso está el daño a la democracia por la sustración del debate ciudadano que deberían promover los medios de comunicación. Otra cosa es que hace muchos años han hecho dejación de su función social y sólo son entramados empresariales dispuestos a servir al mejor pagador; en esta tierra, las administraciones públicas. Finalmente, también debemos hacer autocrítica pues nos hemos considerado un colectivo profesional ajeno a las visicitudes de los trabajadores, incapaces de reivindicar y defender nuestros derechos laborales y de ética periodística, considerando a los sindicatos (desde luego mejorables pero únicos interlocutores válidos) como enemigos y perdiendo de perspectiva el servicio a lectores, oyentes y televidentes, Y ahora viene el castañear de dientes. O reaccionamos o se acabó.

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  5. Querer apoyar a unos compañeros cuando pierden su puesto de trabajo es bastante difícil…Las palabras, siempre sinceras, sirven para mostrarles el respeto y cariño, pero lástima que no valgan para que no lo pierdan. Es la paradoja de la estima que es válida pero no efectiva para lo más urgente. Yo soy un periodista más, que es ser mucho hoy en día, periodista que se siente hasta avergonzado de tener trabajo cuando otros con más experiencia y trayectoria lo pierden. Os deseo tanto bien como uno se desea a si mismo. Besos, y muy fuertes.

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