
¡Cuántos años hace que Cervantes escribió El Quijote, con toda su rica variedad de personajes, situaciones y críticas para que Mercedes Asenjo, profesional de Azar Teatro, venga todavía a recordarnos que no hemos avanzado apenas nada desde entonces…! “Todo lo que se refiere a los asuntos políticos, de organización del poder y los inconvenientes que conlleva, se mantienen intactos”. Cuatro siglos después nos sigue quedando su desbordante imaginación…
Por MERCEDES ASENJO
Hay muchos escritores buenos, qué duda cabe. Los buenos escritores son los que saben contar bien una historia y te enredan sutilmente en sus palabras envolviéndote e impregnándote de su universo. Pero hay algunos que son excelentes, que sobrepasan cualquier época, cualquier mundo literario de ficción o real, cualquier estilo, cualquier moda. Son aquéllos que no importa en qué momento histórico hayan nacido y escrito porque todo lo que han plasmado en sus páginas parece estar dirigido a ti, lector, en el momento en que lo lees sea en el siglo XXI o en el XVI. Así es Cervantes.
Durante muchos años a mí me resultaba un personaje de ficción, me parecía mucho más real Don Quijote que su creador, siempre a la sombra de su propia imaginación y eso me parece muy grande porque ser capaz de levantar y hacer palpables las sombras del imaginario es un privilegio reservado a unos pocos.
Ya sé que estoy diciendo una obviedad, que todos sabemos ya de la grandeza de este autor ¡por supuesto! Por eso este año estamos conmemorando el IV centenario de su muerte. Quiero imaginar que en 2047 celebraremos también el V centenario de su nacimiento porque de otra manera no entendería esta manía que tenemos de celebrar la muerte por encima de la vida.
El caso es que estos días he leído o más bien releído El Quijote, las Novelas Ejemplares, los Entremeses… y me he vuelto a asombrar y a divertir. No deja de sorprenderme encontrar continuamente en sus páginas pensamientos y opiniones con los que no puedo estar más de acuerdo. Considerando que él vivió en el siglo XVI y salvando algunos datos circunstanciales, siento que todo está escrito para mí y para el momento en que me toca vivir.
Todo lo que atañe a la naturaleza humana, a las relaciones entre las personas, a los sentimientos y evolución de los seres humanos a través de las cosas que les suceden, no cambia estrictamente en ninguna época. Cambian las circunstancias pero la naturaleza humana se mantiene y ésa la supo plasmar a la perfección. Lo que me apena, me preocupa un poco y me tuerce la sonrisa es la constatación de que todo lo que se refiere a los asuntos políticos, de organización del poder y los inconvenientes que conlleva, se mantienen intactos, que hemos evolucionado poco.
Supongo que cuando escribió sus páginas él tenía la esperanza de que el futuro devolviese otra realidad en el espejo o quizá no, quizá el viejo zorro ya sabía que estaba escribiendo no sólo para su presente sino también para el futuro. ¡Qué perra vida! Que dirían Cipión y Berganza!
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*Mercedes Asenjo es actriz y profesora de la compañía Azar Teatro.
