MUSAC / ‘Monocromo género neutro’ en reivindicación de las artistas silenciadas e ignoradas por el feminismo

Juan Guardiola, a la derecha, comentando la pieza de Esther Ferrer que se encuentra bajo sus pies. Foto: Vicente García.

‘Monocromo género neutro’ es una exposición pionera en España, que propone una reflexión sobre la relación entre creación artística, abstracción y género en diversos medios artísticos como la pintura, la escultura, el dibujo, el textil, el cine, la danza, el sonido o el diseño. Comisariada por Juan Guardiola, la muestra reivindica, por una parte, la importante contribución a la Historia del Arte de mujeres artistas o anónimas en el campo de la abstracción, a la vez que pone en cuestión «al propio sistema del arte, patriarcal y/o feminista, que ha ignorado, silenciado o deslegitimado una obra que afirma la igualdad, la libertad y la ausencia de roles en la creación». Con motivo de la inauguración, habrá una visita guiada con el comisario el domingo 29 de septiembre, a las 12:30 horas.

Por ELOÍSA OTERO

La exposición parte de la necesidad de reconocer de una vez por todas «la pluralidad del feminismo en el arte», así como las contradicciones y tensiones que todo movimiento teórico, social y artístico conlleva.

Como explica el comisario, Juan Guardiola, «a partir de los años 60 del siglo XX, el movimiento feminista, en paralelo a la lucha por los derechos civiles, tuvo un gran impacto en la práctica artística occidental, dando visibilidad a toda una generación de artistas mujeres cuya obra había sido ignorada por la Historia del Arte. Sin embargo, no todas las mujeres artistas estuvieron presentes en la nueva genealogía del arte feminista: aquellas cuyo trabajo no respondía a un paradigma en el que predominaba una creación basada en el cuerpo, la construcción de la diferencia en la representación visual o la identidad racial y sexual fueron ignoradas y, a menudo, silenciadas. El resultado fue una doble invisibilidad para una obra artística que desde el “género” se manifiesta “monocroma” y “neutra”, es decir, carente de rasgos expresivos feministas».

‘Monocromo género neutro’. Vista de la exposición en el MUSAC.

Unas cuarenta mujeres artistas, así como un número indeterminado de mujeres anónimas, están representadas en esta muestra. Todas ellas trabajaron desde la abstracción geométrica, racional y conceptual, un área creativa asociada por la Historia del Arte normativa al artista masculino. «Esta exposición quiere ser un homenaje a todas esas mujeres creadoras que, aunque no parecen feministas, sí que lo fueron. En algunos campos, como el del diseño, aunque muchas firmaban sus trabajos con los apellidos del marido o de la empresa para la que trabajaban, consiguieron llevar sus ideas y proyectos a la vida diaria», advierte Juan Guardiola.

‘Monocromo género neutro’ pretende poner en valor el trabajo de estas artistas a través de de más de un centenar de trabajos de figuras nacionales e internacionales, entre las que cabe mencionar a Annie Albers, Elena Asins, Trisha Brown, Lygia Clark, Sonia Delaunay Terk, Teresa Lanceta, Lygia Pape o Soledad Sevilla, entre muchas otras. Una de las artistas con más piezas en esta colectiva es la polifacética Esther Ferrer, cuya obra ha recorrido, desde los años 60, el territorio de las performances y los happenings, siendo también autora de instalaciones, series fotográficas, obras radiofónicas…

La muestra se divide en dos partes, denominadas Genealogías y Procesos, que se presentan de un modo trasversal en el espacio expositivo. La primera de ellas, Genealogías, pretende reconstruir un doble linaje o asociación entre creación, abstracción y género. Procesos se centra más en un ámbito de actuación creativa que a finales de la década de los sesenta del siglo XX mostrará la otra cara (oculta) del movimiento feminista en las artes: un grupo de mujeres que rechazan la lógica de la representación, con sus connotaciones tradicionales y conservadoras, e idean y perciben su obra como un proceso que demanda un tiempo de visión y comprensión.

En definitiva, ‘Monocromo Género Neutro’ desea reivindicar y dar visibilidad a la importante contribución a la Historia del Arte de mujeres artistas o anónimas en el campo de la abstracción. «Pese a ser un corpus de trabajo que no se declara feminista, no significa que no lo sea, pues su génesis demuestra la convicción que el género ha sido, y continúa siendo, una categoría fundamental para la organización de la cultura», apunta Guardiola, y añade: «Al mismo tiempo, esta exposición también pretende poner en cuestión al propio sistema del arte, patriarcal y/o feminista, que ha ignorado, silenciado o deslegitimado una obra que no responde a ningún patrón normativo y que, en la actualidad, se manifiesta aún más política y reivindicativa pues afirma la igualdad, la libertad y la ausencia de roles en la creación artística».

La muestra, que permanecerá abierta al público en la sala 2 del MUSAC entre el 28 de septiembre de 2019 y el 12 de enero de 2020, ha sido coproducida por el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) y el Centro de Arte y Naturaleza Fundación Beulas (CDAN).

DOS APARTADOS TEMÁTICOS

Reproducimos, por su interés, una parte del texto del dossier de la exposición, elaborado por su comisario , Juan Guardiola:

GENEALOGÍAS

«Genealogías propone reconstruir un doble linaje o asociación entre creación, abstracción y género. Una primera genealogía la encontramos en la denominada “alta cultura”, cuyos referentes estéticos provienen de una primera generación de mujeres artistas pertenecientes a las vanguardias históricas; la otra genealogía la hallamos en la “baja cultura”, donde se sitúan las influencias populares que el contexto familiar, pedagógico y social han tenido sobre la obra creativa.

Para ello, Monocromo género neutro recurre a la exposición de trabajos realizados por mujeres anónimas en campos tan diversos como el textil, el patronaje o la estampación, que proponen modelos inspirados en la abstracción de la naturaleza. El hecho que muchas de estas creaciones fueran calificadas como artes decorativas o aplicadas ilustra cómo operó el modelo patriarcal de clasificación por sexos dentro del sistema del arte.

El trabajo de las mujeres, tradicionalmente confinado a la economía de los cuidados, entre los que se encuentran las labores textiles, sirvió para establecer una relación ficticia entre mujer y naturaleza, la cual dejó de lado su relación con la cultura. Esta genealogía bastarda o degenerada de su origen artístico muestra una mayor invisibilidad en el caso del trabajo creativo de las mujeres anónimas, en su gran mayoría de clase trabajadora. Porque no sólo se designó el trabajo creativo femenino como artesanía sino que, además, en los casos donde la producción artística adquiría la categoría de diseño, los nombres y apellidos de las mujeres artistas a menudo se silenciaban y ocultaban bajo la firma de su pareja afectiva masculina o del estudio o empresa.

Sin embargo, si entendemos el diseño como una herramienta útil, eficaz y funcional para las necesidades de las personas, fue el pragmatismo de las mujeres diseñadoras el que lo extendió a la vida cotidiana y al interior del hogar, aplicándolo a los muebles, vajillas, cortinas y vestidos. En el contexto europeo de las vanguardias muchas artistas expandieron sus creaciones abstractas al uso diario, por ejemplo, en la moda. Es más, se podría afirmar que fue a través del textil y del diseño que las ideas de arte y abstracción trascendieron el ámbito artístico y llegaron a la sociedad

‘Monocromo género neutro’. Vista de la exposición en el MUSAC.

PROCESOS

«Tras la Segunda Guerra Mundial, los cambios sociales permitieron que muchas artistas se dedicaran profesionalmente a la creación, pero en un marco cultural dominado por los hombres. La abstracción, tanto geométrica o constructiva como informal o expresionista, dominó la práctica artística de posguerra, en este contexto numerosas artistas buscaron en la abstracción un lenguaje internacional que pudiera trascender las narrativas nacionales y locales, pero también las de género.

El caso más paradigmático lo encontramos en América, tanto en el caso latinoamericano como el norteamericano, donde la abstracción geométrica derivó en procesos de trabajo que adquirieron diferentes nombres como normativo, concreto, cinético, minimalista, conceptual o cibernético. Un ámbito de actuación creativa que a finales de la década de los sesenta mostrará la otra cara (oculta) del movimiento feminista en las artes; un grupo de mujeres que rechazan la lógica de la representación, con sus connotaciones tradicionales y conservadoras, e idean y perciben su obra como un proceso que demanda un tiempo de visión y comprensión.

Las pinturas y dibujos, a menudo, presentan cuadrículas o retículas como elemento ordenador del espacio y del soporte. Son obras en su gran mayoría planas, monocromas, neutras, seriales, que huyen de la iconicidad, y que son el resultado de estudios, investigaciones y experiencias en donde el espacio, el ritmo y el tiempo son fundamentales. Se trata de trabajos que parten de una estructura inicial que hace uso del ritmo, la repetición y la variación a través del azar y la improvisación. Un método de trabajo que se extiende de las artes visuales a las artes performativas (happening, sonido, acción) y que muestra un carácter abiertamente trasnacional.

Yvonne Rainer. ‘Trio’, 1978. Colección MUSAC.

Un paradigma lo encontramos en un campo como la danza, en donde este alfabeto plástico de ausencias y vacíos elabora un lenguaje que rechaza la técnica, el virtuosismo, la narrativa o la expresión, y en cambio enfatiza el proceso mediante la improvisación o los movimientos diarios y cotidianos. El arte de la performance mantenía la esencia del arte vivo y vulneraba el convencionalismo del realismo para expresar nuevas formas de subjetividad. Un desplazamiento de los soportes tradicionales a prácticas menos institucionalizadas que abogaban por la intersección entre lo personal y lo político

‘Monocromo género neutro’. Vista de la exposición en el MUSAC.

Artistas: Aino Aalto, Anni Albers, Elena Asins, Gae Aulenti, Jo Baer, Eve Beglarian, Marianne Brandt, Monika Buch, Trisha Brown, Anna Castelli-Ferrieri, Lygia Clark, Hanne Darboven, Sonia Delaunay Terk, Nanna Ditztel, Irena Dodalová / Karel Dodal, Esther Ferrer, Simone Forti, María Freire, Eileen Gray, Lotte Grunow, Grete Heymann-Marks, Linda Karshan, Evelyn Lambart / Norman McLaren, Teresa Lanceta, Rosalie Mathieu, Rita McBride, Aurélie Nemours, Greta Von Nessen, Amalia Nieto, Emily Noyes Vanderpoel, Pauline Oliveros, Lygia Pape, Charlotte Perriand, Yvonne Rainer, Ana Sacerdote, Lillian Schwartz, Soledad Sevilla, Antonina Sofronova, Loló Soldevilla, Gunta Stölz, Hildegard Westerkamp, Eva Zeisel.

Álbum de collages del Smith Froebel Kindergarten de Bridgeport (Conneticut), con modelos para las ocupaciones nos. 5 y 6 de Froebel, ca. 1880. Colección Juan Bordes, Madrid.

Actividades en torno a la exposición:

· Visita guiada con Juan Guardiola, comisario.
Domingo 29 de septiembre, 12:30 h. Actividad gratuita hasta completar el aforo.

· Visita guiada simultánea en Lengua de signos española (LSE).
Viernes 13 de diciembre, 19:00 h. Actividad gratuita hasta completar el aforo

· Visita en familia.
Domingo 15 de diciembre, 12:00 h. Actividad gratuita hasta completar el aforo

· Visita monográfica.
Domingo 15 de diciembre, 18:00 h. Actividad gratuita hasta completar el aforo

Presentación de la temporada expositiva en el MUSAC, con el director general de Políticas Culturales de la Junta, José Ramón González, en el centro, junto al director del MUSAC, Manuel Olveira, y los comisarios de las exposiciones. Foto: Vicente García.

Deja un comentario con tu nombre

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.