
Por FÉLIX FRADEJAS
Hay que escribir y se escribe… el folio en blanco, el horror vacui, ese terrible sentimiento de no tener nada que decir que pueda interesar a alguien, algo que haga a ese alguien perder tres minutos de su vida en estos tiempos de semiesclavitud post vanguardista en que trabajamos por un miserable puñado de euros que nos ayuden a pagar nuestro cada vez más escaso alimento y la tarifa plana de nuestro smartphone, tiempos en los que sospecho más inteligentes a los teléfonos que a los hombres… Pues bien, imagínate ahora ese horror vacui multiplicado por cien a la hora de montar un espectáculo… esa ardua tarea de intentar construir algo que no precisa de ladrillos en un país como el nuestro, tan de ladrillos (es curioso que al escribir ladrillo el predictivo del smartphone barato con el que estoy escribiendo esto, a la cuarta letra me sugiera la palabra ladrón…) permitidme este inciso, pero hasta los más baratos de estos trastos parecen saber cosas…. lo que callarán… ay si pudiera yo crear un espectáculo para teléfonos inteligentes en vez de para personas… personas, que para acceder a la cultura, tienen que desviar su atención de la cadena de producción, de la cuota de la hipoteca, del cole de los niños, del partido del domingo, del partido del sábado, del viernes del jueves… y de los telediarios de los grandes medios de comunicación que justo después de dar la ración de muerte diaria te venden unas vacaciones en la Riviera Maya o un tv curvo de 52 pulgadas… que tú con tu mísero sueldo de mierda no podrás comprar jamás… cómo crear algo interesante… silencio de tres segundos… y barato que ofrecer a esa población ansiosa de risas sin fundamento, ni sustancia, algo en lo que no sientas que pierdes la poca dignidad que te queda… habiendo además tantos y tan variados cómicos, graciosos, graciosos cómicos, salaos, jocosos, muchos de ellos adoradores en demasía de la doctrina, caca, culo, pedo, pis, que tanto animan el suelo patrio, con sus dramaturgias de no pensar… segundo silencio de tres segundos… de hacer reír por reír sin más… Para quién y dónde exponer nuestro trabajo si hace tiempo que los teatros públicos dejaron de ser públicos, sometidos al imparable poder de la rentabilidad tanto política como económica… política las más de las veces, …ay el zoon politikon de los griegos, tan menospreciados ellos estos días… Para quién y dónde crear un espectáculo, si mi yo creador no gusta de alabanzas y halagos y no busca más que el diálogo, el intercambio de ideas, de sentimientos… y mientras por los cascos suena el “metralleta Joe” de Stanich vienen a mi cabeza tantas y tantas maldades… tercer silencio de tres o cuatro segundos, sacudida de cabeza… y otra vez ese terrible vacío ante el folio en blanco, ante la sala de ensayos, ese vacío que de no ser llenado nos crea ese otro vacío en la andorga… ay maldito saco de huesos este que somos que necesita sustento material para seguir viviendo… en estos días de teléfonos tan inteligentes y personas tan a lo suyo… casualmente fin del tema de Stanich…
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* Félix Fradejas es director de la compañía de teatro Ghetto 13-26.
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