
El trabajo de la investigadora francesa afincada en León Jeannick Le Men Loyer sobre el ‘Léxico del leonés actual’ (más de 30 años de investigación) constituye una obra de referencia, puesta en valor por la Cátedra de Estudios Leoneses y la Real Academia Española. El léxico completo se ha digitalizado y ya se puede consultar íntegro a través de internet. En este vídeo se puede ver la presentación de esta magna obra, que tuvo lugar el pasado 5 de noviembre de 2020 en el Paraninfo Gordón Ordás del Edificio El Albéitar (Universidad de León).
Por ELOÍSA OTERO
Los seis tomos del ‘Léxico del Leonés Actual’, obra de la investigadora Jeannick Le Men Loyer, ya tienen una versión digital, que se puede consultar en la página web de la Cátedra de Estudios Leoneses.
En la presentación, la autora estuvo acompañada por el rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, el director de la Cátedra de Estudios Leoneses (CELe), José Ramón Morala, la vicerrectora de Relaciones Institucionales y con la Sociedad, María Dolores Alonso Cortés, el director del Departamento de Filología Hispánica y Clásica, Manuel Iglesias Bango, y José Antonio Pascual, catedrático de Lengua Española de las universidades de Salamanca, Sevilla y Carlos III de Madrid, académico de la Real Academia Española (RAE), y fundador y primer director de la Revista Española de Lingüística Aplicada, que intervino en la presentación de forma online desde su despacho en la ciudad de Salamanca.
El ‘Léxico del leonés actual’ se configura como un repertorio o tesoro lexicográfico, un diccionario de diccionarios fruto de una labor titánica de recopilación manual de información a partir de diferentes estudios lexicográficos, tanto inéditos como publicados, monografías, vocabularios locales, etc.
«El germen de este diccionario fue mi tesis doctoral», señaló Jeannick Le Men tras referirse a la «paciencia, constancia y regularidad que hay que tener para seguir adelante» con una obra de estas características. Y recordó que ‘abregancias’, (cadena de hierro que, en las cocinas antiguas, pende del centro de la campana de la chimenea y desciende sobre la lumbre del llar u hogar) fue la primera palabra de la que se ocupó.
Para José Ramón Morala lo más destacable de la versión digital es «la accesibilidad, ya que el diccionario publicado en papel está compuesto de seis volúmenes y 5.400 páginas, por lo que decidimos en su día que uno de los objetivos más claros de la CELe era su digitalización y su puesta en Internet». Para ello, se ha contado con la colaboración técnica de la RAE y el resultado es «una web de consulta de fácil manejo, realizada con características similares a las del diccionario académico». El cajetín de búsqueda, por ejemplo, «permite varios tipos de consulta, lo que facilita no solo localizar una palabra sino todas aquellas que empiecen por una secuencia de letras, la contenga o acaben en ella».
María Dolores Alonso Cortés expresó su satisfacción por lo que definió como «un hito, que esperamos que se sepa valorar en su justa medida. Se trata de una obra «de gran interés, y por ello estamos orgullosos de poder ponerla a disposición de todas las personas que puedan estar interesadas en su consulta».
Reproducimos un pequeño perfil de Jeannick Le Men (también conocida en León como Janick Le Men), publicado el 8 de abril de 2017 en la última página de El Día de León.

JANICK LE MEN
LA “MOLINER” DEL LEONÉS
Por ELOÍSA OTERO
Foto: Ana M. Díez
Sorprende que Janick Le Men, que a la manera de María Moliner ha recopilado todo el léxico leonés de ayer y de hoy, sea francesa. Nació en 1950 en Tréguier (Bretaña), tierra de leyendas artúricas, y se define como “celta de pura cepa”. La fuerza de su carácter y su apellido lo testifican: Le Men significa ‘la piedra’ (término que se encuentra en palabras bretonas como ‘menhir’ o ‘dolmen’). Durante 21 años ha vivido dedicada a la realización de una obra monumental: el “Léxico del leonés actual”, un trabajo esforzado, riguroso y exhaustivo de rastreo, de vaciado de libros sobre el vocabulario de las comarcas leonesas, de disección filológica, de contraste con todo tipo de diccionarios de las lenguas peninsulares, y de comparación con el léxico de provincias colindantes y de otros territorios más alejados (Extremadura, Andalucía, Canarias…), donde quedan restos del leonés que se llevaron los segadores, pastores y emigrantes.
El primer tomo de esta obra de más de 4.000 páginas se publicó en 2002 (letras A-B), tras diez años de esfuerzo ímprobo. Y el sexto y último (letras R-Z) en 2012. “En realidad no es leonés ‘actual’, lo titulé mal cuando empecé”, advierte. “Debería titularse ‘Diccionario del leonés’, porque la mayoría de las palabras ya no están vivas, las hablas autóctonas van desapareciendo… y, como en un museo, se ponen ahí para que no se pierdan”.
Janick empezó estudios de Filología Francesa en Bretaña y París. En 1973 encontró trabajo en la Alianza Francesa de Oviedo, donde estuvo hasta 1984, año en que se vino a León para dar a luz a su única hija, Gaëlle, en unión con el pintor Alejandro Vargas. Aquí se matriculó en Filología Hispánica, mientras criaba a su niña y daba clases particulares. “Saqué la carrera con matrícula, estudié muchísimo; quería quedarme y conseguir una beca”. Al terminar, por un error no le dieron la beca del Ministerio para su tesis sobre sintaxis. Solicitó entonces una beca de la Diputación, para la que pedían un tema leonés. El profesor José R. Morala la animó: “¿Y por qué no haces un diccionario del leonés?”. La apuesta era arriesgada y descomunal, ya que suponía la recopilación, organización y sistematización de los materiales existentes sobre el léxico del área leonesa durante los últimos 150 años.
Empezó en 1991, y también a dar clase en la Universidad, donde sigue trabajando como profesora. En 1996 leyó su tesis (“Repertorio de léxico leonés”) y se metió a fondo con el diccionario, dedicándole ocho horas diarias, incluidos sábados y domingos, hasta que acabó. Nunca ha contado las palabras de esta obra formidable, pero realizó a mano más de 30.000 fichas, antes de tener su primer ordenador. “Iba todos los días a la Biblioteca Domínguez Berrueta, y allí estaba Valentín, un hombre maravilloso que me sacaba todo lo que había sobre el leonés. ¡Leí todas las revistas de todas las comarcas leonesas! Las vaciaba y hacía una ficha, e iba reuniendo los datos sobre una palabra”. Consultó también diccionarios y trabajos de muchos investigadores, como Concha Casado, Menéndez Pidal, Dámaso Alonso… hasta 200 fuentes.
Cuando llegó a la letra C pensó que no podría seguir. Aquello era abrumador. Pero gracias a su paciencia y tenacidad, logró terminarlo. Al abrirlo, ahora, resulta impresionante todo lo que se puede reunir (etimología, localización, documentación…) sobre cada palabra. La primera que completó fue ‘abregancias’ (cadenas del hogar donde se colgaba el puchero), “que es maragata y no se da ni en Asturias”. Y una de sus favoritas es ‘gritsándana’ (‘narciso’ o ‘capilote’ en Babia).
Janick tiene ahora dos nietas, energía y ganas de disfrutar de la vida. Le quedan tres años para jubilarse y sigue preparando sus clases con mimo. “Voy para 67, ya merezco descansar un poco”.
Mi felicitación por este grandioso trabajo que has realizado. Un fuerte abrazo
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Impresionante y espléndida aportación. ¡¡FELICIDADES!!
Desde Barcelona donde vivo hace 52 años, integrada en la cultura catalana, no pierdo mis raíces familiares de
la Ribera del Torío ( León)
Con esta grandiosa obra,…retiro ya mis listas de palabras q voy recordando en leonés, bable, maragato… Nací y viví en Astorga hasta mis 15 años.y 3 en León . Pleno Amor a toda manifestación artístico- cultural
MUCHAS GRACIAS
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