
Continuamos en TAM TAM PRESS con una nueva sección de poesía antológica, denominada «LOS POEMAS COLGADOS» *, con textos de poetas muertos escogidos por Ildefonso Rodríguez y Eloísa Otero. El tercer autor que llega a esta sección es el pintor, grabador y poeta iraquí Faik Husein (Nasria, Irak, 1944-Nueva York, 2004), de quien se ha escogido un poema de su único libro en castellano, «Las escamas del corazón», con el que obtuvo el Premio Provincia de Poesía (León, 1972).
Por Antonio Gamoneda, que fue su amigo y le ayudó a componer aquel libro con precisión poética, sabemos que «Faik, iraquí de ascendencia kurda, fue torturado por la policía de Hussein. Le sobrevino una epilepsia de origen traumático. Durante más de veinte años huyó por países de Europa (cursó los estudios de Bellas Artes en Madrid) y América. Pese a sus terribles convulsiones cerebrales era un auténtico genio del dibujo, el grabado y la poesía. Procuraba el encuentro con sus hermanas y su madre en Siria. Llegó a dibujar en la portada del New York Times, pero fue expulsado por una ilustración abundante en alusiones antihebraicas. Amaba compulsivamente a las mujeres y al dinero. Murió en Nueva York en 2004″.
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DONACIÓN IMPOSIBLE
Deja que tu hígado terrestre paste en las praderas fosilizadas.
Ven. Ven conmigo.
Yo te voy a enseñar la muerte por una vez.
Sólo por una vez.
Ven entre cientos de espejos y entre cientos de talismanes,
y daremos a los vientos nuestros nombres y nuestras semillas.
Ven a arroparte con cenizas
y romperemos el río y cruzaremos en una noche restaurada un desierto que se desenvuelve sobre sí mismo.
Ven a recolectar la fruta de los ojos y a reducirla hasta el tamaño del mundo.
Ven a clavar horas verticales en las estepas
y a esconder el mercurio femenino del corazón en el cofre de las madres.
Comprimidos en las flautas surtiremos como un seco plañido.
Ven y te mostraré el puercoespín que anida en tu cabeza y en la gangrena de nuestro rostro.
Ven a vaciar el cielo para el viento y a enhebrar raíces en las arenas.
Ven a desmentir la desembocadura de los ríos y a prender carbones en los ojos y a coser los párpados.
Ah, si tuviera un idioma te lo daría
porque la jaula del ruiseñor es el color de sus alas.
FAIK HUSEIN
Del libro «Las escamas del corazón» (León, Colección Provincia, 1972)

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* «LOS POEMAS COLGADOS»
NOTA de Eloísa Otero e Ildefonso Rodríguez: Esta sección quiere ser una Miniantología (que puede alargarse hasta donde nos den las fuerzas y las ganas). Un doble criterio nos guiará: El primero, serán poemas que los autores no podrían colgar por sí mismos, por ser ya de aquellos que Joyce sin más llamó fantasmas (“… alguien que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres”). O por decirlo con Quevedo, en nuestra Miniantología viviremos “en conversación con los difuntos”. Y segundo: nuestros propios gustos, que ojalá sepan recoger el hermoso Babel de lenguas de la poesía, la Gran Republicana.
Magnífica idea. ¡Cuántos estupendos poetas permanecen, a mayor o menor profundidad, bajo la tierra del olvido y merecen ser poéticamente resucitados! Enhorabuena.
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