
Por CAMINO SAYAGO
El Centro leonés de Arte (CLA) acoge, hasta el 9 de septiembre, la exposición fotográfica “Las Huellas”, una visión artística de la guerra en Ucrania. Durante estos tres meses se podrán contemplar 80 instantáneas de mediano y gran formato, obra de siete fotoperiodistas de la Guardia Nacional de Ucrania, que reflejan el efecto devastador del conflicto bélico. El objetivo: ir más allá de una simple fijación de los hechos y contar en imágenes su impacto. Comisariada por Oleksandra Kyryushyna y Oleksandr Tsegolnyk, la muestra cuenta con la colaboración de la galerista Marga Carnero (Galería Ármaga).
Oleksandr Zakletskyi, jefe de prensa de la Guardia Nacional Ucraniana, ha presentado hoy, junto a los comisarios de la exposición Oleksandra Kyryushyna y Oleksandr Tsegolnyk, este recorrido fotográfico que nos acerca a las huellas del horror interminable de la guerra. Ya en las redes sociales hay miles de fotos de la destrucción y el sufrimiento que causa en la población, pero la intención de este proyecto es otro, mostrar el conflicto militar desde un punto de vista artístico, explican Kyryushyna y Tsegolnyk. “La exposición no pretende asustar a los espectadores, sino hacerles reflexionar sobre las causas y consecuencias de los conflictos militares modernos y, en primer lugar, asegurar que hay posibilidad de la victoria. Está claro que las fotos están llenas de dolor de las consecuencias de la guerra, pero se seleccionaron de tal manera que incluso los niños pueden visitar la exposición. En esto mismo hay una fuerza poderosa de las interpretaciones artísticas de la realidad, que funciona en los sentimientos internos y la representación de la percepción del autor”.
La guerra siempre deja su rastro, sus cicatrices, que quedan marcadas en las ciudades, en las casas, en los pueblos, en las personas. Y estas huellas son las que ahora alberga el Centro Leonés de Arte; “son las imágenes de los fotógrafos militares que ahora luchan por Ucrania, su visión artística en primera persona”, señalan los curadores del proyecto, Kyryushyna y Tsegolnyk, también creadores de la ONG Perfect Art Group. Son en total ochenta fotografías de siete oficiales de prensa militar, que, a través de su trabajo, tratan de que se entiendan las consecuencias del intento de Rusia de reescribir la historia de Europa y sus fronteras. Según Luis García, Director del Departamento de exposiciones del ILC “están hechas por fotoperiodistas de la Guardia Nacional de Ucrania, similares a aquellos fotoperiodistas que formaron parte del equipo de documentación de la Guerra Civil Española. Y lo que plantean es la destrucción que produce la guerra, no ponen a nadie en el punto de mira. Sí aparecen algunos militares, algunos personajes, pero nunca en escenas dramáticas, tensas o desgarradoras. Se trata de captar por medio del impacto que produce la guerra, esa destrucción que causa el desmembramiento de la sociedad”.








Son imágenes tremendas y espectaculares pero con esa esperanza de liberación de salvar al país a pesar de la gran destrucción: bibliotecas y sedes de instituciones totalmente derribadas e incluso escenas que, sin aparecer un elemento dramático, provocan esa misma sensación, como por ejemplo la instantánea que muestra a un muñeco entre las ruinas de un bombardeo; o al avión de carga más grande que existía en Ucrania, símbolo del país, destrozado.
La estética de la guerra
La estética de la guerra aparece en la Historia del Arte de forma permanente y continúa. Y esta exposición es un ejemplo más de cómo la guerra se convierte en un fenómeno artístico, en una visión artística. Como anota Luis García “desde los frisos del Partenón donde se plantea la lucha de los centauros y los gigantes en distintas batallas, a Goya, que es el padre de la obra de arte que refleja el drama de la guerra, o Delacroix cuando plantea la liberación francesa con la libertad guiando al pueblo, la guerra se ha tratado desde la perspectiva del arte. “Y el caso de Picasso viene muy bien al cuento. El Guernica aparece en 1936, en la Exposición Universal de Paris, un símbolo de la guerra, de los bombardeos a la población civil, de la destrucción masiva de las ciudades, que es lo que tenemos aquí”.
Para sus comisarios “aplicando el lenguaje artístico de la fotografía, el proyecto, a través de la declaración visual de los artistas, articula la necesidad de unir, consolidar y superar los conflictos internos. Trabajando con un tema militar estricto en sus fotografías, los artistas afirman la posibilidad de victoria en la confrontación y la existencia de un futuro pacífico para Ucrania y Europa”.

El proyecto ha sido apoyado por la Guardia Nacional de Ucrania, gracias a la cual se recogieron las fotografías artísticas prácticamente de todos los rincones de Ucrania afectados por la guerra. Desde Mariupol, símbolo de la resistencia ucraniana, a Kiev. Oleksandr Zakletskyi, uno de los siete fotógrafos participantes en la exposición, jefe de prensa de la Guardia Nacional Ucraniana, recordó que no hay que olvidar que este país ha sufrido una agresión militar sin precedentes en su crueldad y los alcances desde la Segunda Guerra Mundial, hace ya 80 años. Ciudades destruidas, decenas de miles de civiles asesinados, refugiados…
Los otros cinco fotógrafos que forman parte de la muestra son: Ruslan Muzychuk, coronel, secretario de prensa del comandante de la GNU; Dmytro Obraztsov, teniente coronel, oficial de prensa de GNU; Dmytro Kozatsky, oficial de prensa de GNU Azov; Mykola Koval, oficial de prensa de GNU; Serhiy Shvedyuk, sargento subalterno, oficial del Departamento de Información y Comunicación de la GNU y Korda Dmytro, teniente, oficial de prensa de la unidad militar 3082 GNU.

La muestra ha sido posible gracias a la mediación de varias personas. El artista leonés Amancio González había participado en un simposio de escultura en Ucrania y allí conoció a varios artistas. Entre ellos a la comisaria Oleksandra Kyryushyna, refugiada en León desde hace meses, quien expuso el proyecto a Marga Carnero, responsable de la galería Ármaga. La galerista a su vez trasladó a Luis García la posibilidad de realizarlo en el CLA, y así se cerró el círculo.
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